Cuando como huevos, me patea el hígado... vamos a ver que pasa ahora. Preparé mi versión minimalista de hígado con cebolla :
1 (un) churrasco de hígado, brillante de tan fresco, que dan ganas de mordisquearlo así como está (OJO, MEJOR NO).
A la plancha, muy caliente.
Cuando un lado está bien cocido, dar vuelta y salar generosamente.
Cuando está bien cocido de ambos lados, acercándose a la textura "suelas FEBO", retirarlo de la plancha, déjarlo descansar un rato, y llevarlo a la heladera por 12 a 24 horas. Al momento de la preparación, rallarlo como si fuera un queso. Picar una cebolla mediana. Mezclar (o no). Chorrito de aceite de oliva. Sal a gusto.
La perfección. Hay recetas tradicionales que comandan el uso de grasa de pollo fundida. Si se animan, cuenten.
Mi recuerdo primigenio del hígado a la plancha es que olía a demonios (y en vez de "comer suela Febo" yo decía "comer corcho").
ReplyDeleteEs así?
A la plancha, caliente, es incomible. Pero frío y rallado con cebolla es un manjar. No sé cual es la explicación a nivel de cocina molecular.
ReplyDeleteA propósito, me sobró un pedazo del bife cocido sin rallar... recién lo inspeccioné y está tomando un hermoso color verde esmeralda. Mañana lo voy a probar, a ver si así escribo Fear & Loathing In Villa Crespo.
Boss Hogg comía hígado crudo, y era un reverendo SOAFB. Verdoso y con grasa de pollo, creo que era la especialidad del Dr Mengele.
ReplyDelete(Ahora en serio, hoy hice las semillas de zapallo tostadas con oliva y sal, por primera vez. Vinieron bárbaras para ver el partido Nadal-DelPo. Tienen gusto como a batata!)
Ojo! Cuando tenga como una pelusita blanca, como panaderos (no el que hace el pan, no: la cosa que vuela), mejor no comerlo porque es un viaje de ida, sin vuelta.
ReplyDeleteVerdoso y con pelusita... mejor sacarlo de la heladera y ponerlo al rayo del sol. Dos o tres días.
ReplyDeleteLos gusanitos que le caminan por encima le dan un sabor especial.
Muy rico. Mi vieja solía hacer un budín de hígado riquísimo.
ReplyDeleteMi mamá de chico me lo hacía a la plancha y ni bien lo sacaba de la misma le agregábamos manteca y sal.
ReplyDeleteno sabìa que era un plato tipico judio.. yo lo hago como lo hacia mi madre:
ReplyDeletecortado en cubos saltado con muuuucha cebolla y un buen chorro (bien abundante de vino blanco), algo de nuez moscada y pimienta como para que no pique pero se sienta.
Cuando lo preparo lo invito a comer a mi hno. porque le fascina y en su casa no lo come nadie y si sobra va a la procesadora con manteca y se hace un buen patè.
ahora me dio antojo...!!
Soy criada a eso.. la anemia crónica que me atosiga hizo que una vez a la semana me tocara un bifecito de hígado en el plato.
ReplyDeleteEl hígado a la plancha no es seco!! probà meterle todas esas cebollitas picadas por arriba y por abajo, con un toque de vino blanco o apenitas de caldo, sal y pimienta abundante.... pero pasate a un sartén o algo con borde porque se te chorrea todo.
Mi vieja hacia un higado encebollado que era para chuparse los dedos: Cuando yo lo hago lo invito a comer a mi hno que en su casa nadieSSSSS se lo hace ni lo comparte....
Tbm hacia un patè de higado que era una cosa de locos, pero por cada kilo de higado llevaba un par de 250 de manteca... un "apenitas" infartante :)
ahora me antojé de hígado encabollado como lo hacia mi vieja...