De la sección “la pucha que es lindo ser progre”

Acá en Québec, la empresa provincial de energía, para darles con el gusto a los grupos de presión ambientalistas, dilapida fortunas en plata de los contribuyentes para construir granjas de molinos de viento, de esos que durante toda su vida útil no alcanzan a generar la energía que se consumió para fabricarlos.

¿De qué se queja esta gente ahora que los ventiladores gigantes están instalados?

De la contaminación visual.

Imagínense el horror, los mamotretos les arruinan el paisaje bucólico de los bosques provinciales.

Lo más gracioso de todo es que estos mismos grupos ambientalistas hicieron un escándalo tremendo para oponerse a la construcción de una línea de transmisión para llevar energía, una de las principales exportaciones de Québec, a EE.UU. por el mismo motivo.