Los colectivistas, los que exaltan a la falta de libertad como una virtud, los que tratan de justificar por todos los medios el derecho de decirles a los demás cómo tienen que vivir sus vidas dan por sentado que ellos estarán del lado de los que bajan línea y no del de la perrada que la recibe sin comerla ni beberla.
Envidiosos y resentidos, sí; giles, jamás.
Para enmarcar y tener en el escritorio, un cuadro en la pared o en la mesita de luz.
ReplyDeleteMuy lindo esculapio.
ReplyDeleteOjo, me refería al comentario.
ReplyDeleteA papá mono con bananas verdes?!
ReplyDeleteChasgracias, Néstor.
ReplyDelete