Sobre el (ab)uso
del concepto de "violencia de
género" (Que, contradictoriamente a las concepciones más progresistas
sobre esos asuntos, no es de género sino de "sexo", y se considera en
una sola dirección: cuando va del sexo masculino contra el femenino.) es bueno
remitirse al caso español del último lustro, que de ahí lo toman prestado los
iluminados dictadores de leyes argentinos.
Ha provocado
un verdadero trastorno del principio de igualdad ante la ley. Mujeres y hombres son considerados diferentes en razón de su sexo. Y no, como corresponde, personas iguales ante la ley independientemente de otras consideraciones.
Además es
usado de manera muy sucia por parte de la mujer en los casos de separación. Basta con que una mujer acuse, sin demostrar nada, de maltrato al marido este va directo a la cárcel y pierde todo derecho sobre los hijos. Un
hombre prácticamente tiene que demostrar que es inocente. Esto también, desde
el punto de vista jurídico, es otra aberración: inversión de la carga de la prueba.
Para mal mayor, esto en nada baja los índices de maltrato contra la mujer, muy por el
contrario ni toca el tema, dejándolo como está o empeorándolo.
Lo correcto es
considerar el asunto como "violencia
doméstica" y tratarlo así. Ya que es un camino de dos vías: por un
lado hay mujeres maltratadas, pero también hay casos de hombres golpeados -si
bien menores, pero son mucho más de los que se denuncian.
Los gobiernos
sociatas y progres no sólo no saben nada y hacen las cosas mal en economía,
también en jurisprudencia. Y no solo traen corrupción, demagogia, clientelismo
y demás. Cuanto peor son gobernando más insisten en legislar todas
las pelotuprogreses habidas y por haber.
En este caso y
últimamente el gobierno local se asemeja al español. Cuanto peor se ponen las cosas en
el plano económico y político más empiezan con la batería de medidas de lo políticamente
correcto y de moral progresista. No sólo hay
que soportarles el desastre económico, político y social, también vamos a tener
que ver como destrozan la cultura y las relaciones cotidianas de la gente.
Porque ya lo
dijo hace más de unos buenos dos siglos, en 1793, el joven Saint-Just, antes
de ser ejecutado por
sus camaradas revolucionarios: "La
libertad del pueblo está en su vida privada. No la perturbemos, no la
disturbéis, no molestéis más que a los ingratos y a los malvados” (Saint-Just,
La libertad pasó como una tormenta: textos del período de la Revolución.).
Lo sabían los
pretenciosos de la virtud jacobinos y con ellos los déspotas
más despóticos de la tierra. Es posible que la gente deje pasar las vicisitudes de una mala situación económica, la
corrupción política y judicial, que las intromisiones del Estado en sus asuntos
más privados. Una vez traspasado ese límite reaccionará como no lo
hace frente a las otras cuestiones. Y es más probable que un gobierno encuentre
su fin aquí como no lo encuentra en aquellas.
Viviana Aído, Leire Pajín. Dos chicas audaces. Miembras del gabinete de Zapatero. |
¿Cuánto hgay adentro del portafolio para tironear tanto??
ReplyDelete"Violencia de género" es lo que había en el logotipo de esa ropa de trabajo hace 40 años, del forzudo y perro tironeándose un overol. (Coppa y Chego?).
ReplyDeletePS. Jefe, pegue el texto del post sin formatear, así permite que se autoformatee con las reglas del blogsite y queda más integrado yvisiblemente amigable.
http://tn.com.ar/policiales/00074582/avellaneda-mato-a-su-marido-e-intento-cremarlo
ReplyDeleteA los que les interese el tema desde un punto de vista mas racional:
ReplyDeletehttp://www.econtalk.org/archives/2011/11/baumeister_on_g.html