Dec 14, 2011

Soñar no cuesta nada.

Pensando en un cambio profundo:


1) Volver a la Constitución Nacional de 1853, así pelada.
2) Añadirle enmiendas que amplíen derechos individuales -sí: hay que aclararlo.
3) Dejar bien clarito que no vale, con leyes menores, hacer trampa e ir en contra de la Constitución -que es lo que se hace desde los conservadores hasta la fecha.
Y por eeellloo -no se por qué, últimamente me sale la Isabelita que todos llevamos adentro-:
4) Dejar sin efecto todos los Tratados Internacionales a los que adhiere la actual Constitución, que quitan soberanía a las decisiones de "We, the people".


¡Venga!Ahora sí: ya me pueden tratar de "pelotudo" -sólo por lo ante expuesto, no por otras cosas, no abusen.

6 comments:

  1. Don Freeman: Mas allá de ser solo un sueño, y que aunque se sancionara algo así, siempre podría ser reemplazada por otro gobierno populista, estoy de acuerdo con lo que proponés.

    La Constitución de 1994, producto del Pacto de Olivos, tuvo como fin esencial, la reelección de Menem, pero pero Alfonsin se prendió y pensó que podía implantar un sistema parlamentario, y en ese aspecto terminó en la insulsa figura de Jefe de Gabinete, que nadie respetó y fue un apéndice del presidente con personajes de cuarta.

    Y reunida la Convención, todos se sintieron Alberdi y se largaron a agregar las cláusula más extensas y sin sentido, inspiradas en enfoques de Estado de Bienestar.

    Colocar tratados internacionales en un nivel superior que la propia Constitución fue una exageración, porque debemos ser respetuosos de los tratados internacionales, pero en la medida y en el ritmo que podamos cumplirnos, si la realidad económica del país y otros aspectos , lo permiten.

    Esto de sentirse los Vélez Sarsfield ocurrió asimismo con los convencionales de las provincias, que redactaron en general en esos años, nuevas constituciones con las aspiración de vivir en un paraíso y que el Estado provea de todo.

    Por eso comparto que, como ideal, deberían ser reemplazadas todas, volver a constituciones liberales sencillas, donde esté claramente organizada la parte orgánica, que es la que delimita y limita el Poder, incluso reduciendo el tamaño de los órganos legislativos (un congreso unicameral reducido, por ejemplo, mandatos únicos y simultáneos sin elecciones intermedias), y la parte dogmática bien sintética de derechos y garantías.

    Lamentablemente, lo mas probable es que se haga una reforma constitucional, pero al modelo del kirchnerismo. Zaffaroni está trabajando en eso.

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  2. Yo creo que lo mejor para el país sería volver a la Constitución de 1853 – 60. Pero por favor, no toquen nunca más el texto constitucional, ni para bien ni para mal. Un mínimo de estabilidad.

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  3. Olvídense, es jurídicamente muy difícl hay décadas de jurispudencia y terminaríamos perdiendo en demandas internacionales.

    A lo mejor que se puede aspirar es a reglamentar racionalmente lo que hay.

    Yo tengo algunas ideas...

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  4. A eso me estoy refiriendo Louis: un texto fundamental y fundante, de aquí a la eternidad. Sin posibilidad de que cada gobierno la rearme coyunturalmente.

    Gabriel:
    No veo quién, ni por qué debería o podría demandarnos internacionalmente. La soberanía no está en los Estados extranjeros para que nos vengan a decir qué y cómo gobernarnos. Es ridículo. Uno adhiere y se desadhiere como quiere. No hay obligación para afuera de cumplir los pactos. No te pueden obligar a mantenerlos. Te desafectás y listo. Es un acto de soberanía -recaiga ésta donde recaiga... que ese es otro tema.

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  5. Volver a la Constitución original, y cerrar el Congreso (mejor aún hacer un shopping).

    Porque esto de mantener legisladores con la excusa de que "los gobiernos de facto tenian el Congreso cerrado" sólo sirve para que se gasten enormes sumas de dinero en tipos que, en el mejor de los casos, quieren "pasar a la gloria" sacando nuevas leyes como minutas de fonda.

    Imaginen si hubiera un cuerpo legislativo que al reglamento de fútbol le agregara 100 reglas por año; al cabo de 10 años nomás... sería imposible jugar un partido en regla!

    Hoy estoy convencido que el poder legislativo sólo sirve una única vez, en la elaboración del acta fundacional de una nación, y después nunca más.

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  6. La frutilla del postre: que le den a un psicópata narcisista como Zaffaroni la autoridad para ser juez de la CSJN y trascartón redactor de una Constitución (y a casi nadie se le mueve un pelo).

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