Fíjense que lo que hay detrás de todo este supuesto revisionismo histórico es un rechazo a la modernidad, a lo que hizo que la Argentina en algún momento se despegue de la pedorrada tercermundista que era y sigue siendo el subcontinente.
Los replanteos e intentos de retrucar son siempre contra personajes o decisiones históricas que tienen que ver con la inserción o intento de inserción plena del país en la modernidad, nunca con su contrapartida premoderna, con la barbarie.
El consenso parece ser que hasta la puesta en práctica de la Constitución de 1953-60, Argentina era un paraíso de la abundancia, en el que la gente vivía feliz de la vida, que fue destruido por las ideas de la libertad y la igualdad.
Era el paraíso del gaucho que vivía de carnear vacas mostrencas, hasta que implantaron el capitalismo a sangre y fuego... más o menso así reza el relato histórico.
ReplyDeleteY la modernidad al uso nostro empezó con Néstor u Cristina.