Blumberg, 17 de Febrero de 2009 |
Su caída en desgracia siempre me pareció uno de los mayores actos de hipocresía de la sociedad argentina. Lo crucificaron porque se hacía llamar "ingeniero". Sus tarjetas de presentación decían "ingeniero", y nunca corrigió a los periodistas cuando le decían "ingeniero". Porque no era ingeniero.
Cuando le encontraron esa mugre fue su muerte civil. Los periodistas, que gustan de los eufemismos innecesarios como cuando dicen "el líquido elemento" por no decir "el agua", decían "el falso ingeniero" en vez de "Juan Carlos Blumberg".
No sé al resto, pero para mí ese detalle de cómo se hacía llamar siempre me pareció una estupidez. Por supuesto, es una miseria humana hacerse decir algo que no se es, pero de las chiquitas. O por lo menos, de las chiquitas al lado de los gigantescos fraudes, simulaciones y obvias mentiras que nos comemos sin chistar, día tras día, con nuestros gobernantes.
Un juez federal puede tener un anillo que sólo él vale un cuarto de millón de dólares. Un Ministro de la Corte Suprema de la Nación puede tener varias casas de putas funcionando es sus departamentos y alegar desconocimiento y encima hacerse el ofendido. Un vicepresidente puede tener un testaferro para tomar el control de la fabricación del papel moneda del país de manera ilegítima. Una "pareja gobernante" puede aumentar su patrimonio astronómicamente y en cortísimo plazo. Nadie se va a asustar. Casi nadie se va a indignar.
Pero Juan Carlos Blumberg y sus tarjetitas falaces nos causaron verdadero estupor, verdadero escándalo moral. Por qué, no sé. Nos alejamos del cazador porque tenía mal aliento y nos fuimos de la mano con el lobo. Será que nos gusta la perfección. Nuestros hijos de puta son unos perfectos hijos de puta, y eso nos gusta. Igualmente, nuestros santos tienen que ser unos perfectos santos, o si no los defenestramos.
(La foto de arriba la saqué el 17 de Febrero de 2009, a la salida de la misa que hicieron en la Catedral de San Isidro el día que asesinaron al policía Aldo Garrido. Veníamos de vacaciones y en la ruta oímos la noticia; mi esposa, lugareña, casi se larga a llorar porque el viejo ese era un icono histórico de las calles sanisidrenses y yo mismo, vecino nuevo, ya había tenido el placer de conocerlo un día en que le pregunté si podía dejar el auto sin problemas. "Vaya, yo se lo cuido," me dijo Garrido. Ni pasamos por casa, seguimos de largo hasta la Catedral, en donde estaba todo el pueblo manifestando y muchos llorando. Es el día de hoy que siguen habiendo fotos de Garrido en las vidrieras o mostradores de muchos comercios de San Isidro, y su busto, en la esquina de la cuadra donde lo mataron, tiene siempre flores frescas.)
No nos olvidemos que otras personas se hacen llamar "abogadas", no muestran el título y todos sus antecedentes de estudios están en una caja de seguridad del Banco Nación!
ReplyDeleteJustamente San, justamente.
ReplyDeleteJL
el kirchnerismo llegó a temerle cuando llenó la plaza...por supuesto, el tuerto tirano le metió la side para operarlo y desprestigiarlo ante la opinión pública.
ReplyDelete"Nos alejamos del cazador porque tenía mal aliento y nos fuimos de la mano con el lobo".
ReplyDeleteJL, tiene una habiliad envidiable para concentrar y resumir en una frase una situación.
"Será que nos gusta la perfección. Nuestros hijos de puta son unos perfectos hijos de puta, y eso nos gusta".
Siempre pesé que casos como el de Messi, casi despreciado en el país, se deben a su falencia en dicho rubro.
No en vano "QUE HIJO DE PUTA!" es en Argentina una expresión que denota admiración.
Saludos, Martín.
Tan bueno el post de JL como el comment de Martín.
ReplyDeleteMessi... NUNCA un pibe bueno, humilde, rubio, habilidoso, con el plus de saber jugar en equipo (no de comandar una tropa a lo capanga como hacía Maradona), va a ser admirado en la Argentina.
No sé si este tema fué comentado alguna vez aquí en OC, supongo que sí. No me interesa casi el fútbol como deporte, pero es tan rico como revelador de idiosincrasias...
Gus VF
Jose Luis, lo de Blumberg no causo, por lo menos en mi caso, estupor ni escandalo sino decepcion.
ReplyDeleteQue un politico mienta, robe y se cague en la gente es esperable.
Por eso siempre hay que tratar de tener un etica superior a esos delincuentes y para eso solamente se necesita decir la verdad.
Cuando Blumberg miente en algo tan basico, la decepcion es profunda porque uno sabe que en el fondo ya no hay diferencias entre Blumberg y el politico. La mentira los igualo.
Si de entrada el tipo hubiera frenado a los que le decian ingeniero, o una vez que lo descubrieron lo hubiese admitido al toque, en vez de negarlo varias veces hasta que no pudo sostenerlo mas, otro hubiese sido el resultado.
Y es obvio que buscamos santos para combatir a los demonios.
Un demonio no saca a otro, ya lo probamos muchas veces en nuestra historia.
¿Fue ese el motivo? Mi sensación fue que ese fue el último detonante.
ReplyDeleteMi recuerdo es que comenzó como un héroe de la patria, proponiendo nuevas leyes, trayendo la justicia y felicidad que tanto queremos y con el agregado fundamental de "soy sólo un padre destrozado por la muerte del hijo que se cansó y viene a cambiar las cosas".
Me parece que eso lo hizo ascender muy rápidamente y que mucha gente se identificara.
Para mi, el problema fue cuando empezó a hacer declaraciones desafortunadas (no recuerdo el detalle, pero creo que dijo algunas cosas racistas y peyorativas). Luego sus leyes resultaron no ser tan fantásticas y el cambio que traía se fue evaporando.
¿No creen que fue un poco más así la historia?
Beto, los santos no existen. Sarmiento era un tipo de lo más depravadito que en sus viajes al exterior se hacía pagar las putas del erario público. Martin Luther King cagó a la esposa con cuanta mina se le cruzó. Jefferson se garchaba a sus esclavas y les hacía pibes. Gandhi le ofreció soldados Indios a Inglaterra para que pelearan contra la nación Zulú. Si le buscás mierda al rabino Bergman o a Juan Carr seguro, pero SEGURO que les encontrás.
ReplyDeleteJL
Coki, a mí siempre me parecieron medio pelotudas ciertas propuestas particulares de Blumberg. Pero ese no era el tema. El tema era que el tipo proponía que el que la hacía, la pagaba. No sos una víctima de la sociedad, sos un delincuente. Si querés mejorar y ganarte ventajas, hacelo laburando, no "portándote bien".
ReplyDeleteNo me acuerdo de las cosas racistas y/o peyorativas. Puede ser que las haya dicho, pero yo digo cosas racistas y peyorativas.
Creo que en general la gente se alejó de su liderazgo más por lo del "falso ingeniero" que por otra cosa, en las líneas de lo que dice Beto de "necesitábamos un santo y nos dieron un pecador".
De vuelta, la cosa es con quiénes nos fuimos cuando le soltamos la mano a Blumberg.
JL
Si, coincido con lo que decis.
ReplyDeleteNo habia empezado, tambien, como apolitico, con la consigna de que nadie llevara banderas ni nada partidario a los actos? Y prometio no meterse en politica, pero luego quiso ser candidato a gobernador de Bs. As.?
Igual, Argentina es un pais siempre en busca de un papa salvador. Apenas uno se resquebraja salen corriendo a buscar a otro que parezca mas solido.
Excelente reflexión JL. Lo recordaba el otro día también. Un tipo que luchaba porque lo que le pasó a su hijo no le sucediera a otro padre. Recordé la marcha que movilizó a gran parte de la clase mierda en extinción deliberada por parte del régimen y a la que concurrí. Una marcha que hizo temblar al régimen del tuerto psicópata del orto y que ahora -en manos de su consorte- no titubea en reprimir a mansalva a quiénes traten de arruinarle sus negocios espurios o vengarse sacando la seguridad de las calles para tenernos entretenidos con las noticias de nuestras propias muertes, poniendo en evidencia nuestra mejor naturaleza de rebaño.
ReplyDelete¡Qué fáciles que somos!
El problema de Blumberg es que fue muy condescendiente con los K, debería haber ido con los tapones de punta desde el principio con toda la gente que movía, durmió y se lo comieron crudo, un blando, muy loco contra el congreso y encima pidiendo leyes chotas, pero respetuosísimo con el pingüino delincuente, boludo.
ReplyDeleteSé de primera mano que en Siemens si sos idóneo y luego de algún tiempo (años de laburar bien) la empresa comunica que Fulanito "a partir del día de la fecha será tratado como Ing Fulanito". O sea que es una envestidura real. Ignoro si lo de Blumberg fue una situación similar, y que en su ámbito estaba arraigado.
ReplyDeleteSaludos,
Tincho
Para la izquierda la indignación moral es una forma de lucha más.
ReplyDeleteExacto, tenemos una presidentA que se hace llamar "doctora" y ni siquiera es abogada. Y no pasa nada.
ReplyDeleteUn Coronel que se hizo llamar General, y no pasò nada.
Modestamente, creo que la culpa es de la prensa y la gran bambolla que armò por esa estupidez.
Y los argentinos, siempre atentos a las cosas importantes.
Emma Peel
Estoy con Emma, lo defenestró la prensa, incluso seguimos diciendo que sus reformas no funcionaron cuando nunca se aplicaron, porque las aprobadas los jueces las rechazaron.
ReplyDeleteNo se olviden que en aquella época Clarin decía siempre la verdad.
Tuve una agarrada personal con Blumberg. La conté en el blog en ese momento, en que incluso le di una carta corrigiendo la sarta de boludeces que decía sobre las armas y la legítima defensa.
ReplyDeleteEs uno de nuestros fenómenos: el padre de una víctima se transforma en redentor (también intentó algo así Mercenac, y la mina que es diputada cuyo único logro es ser "la madre de santiaguito").
Subió como un globo, cayó como un globo.
Mientras tanto, los que en serio entienden o se ocupan de algún tema (la inseguridad, en este caso) son carne de cajoneo.
A Blumberg lo boludeaban de lo lindo los de CQC. Daba asco e indignación.
ReplyDeleteTambién Canal trece, con el hipócrita de Santo a la cabeza, lo mataron.
Terminó siendo que el tipo, al hacerse llamar ingeniero, era merecedor de la desgracia que le sucedió.
Ahí encontré la carta.
ReplyDeleteEl que archiva siempre tiene...
http://blogbis.blogspot.com/2012/02/aquella-carta-al-ingeniero.html
Otro idiota es Juan Carr además de pensar que las armas son "malas" se cree que haciendo una teletón con famosos a los secuestradores les va a carcomer la conciencia y vana liberar a una nena, buenista pelotudo.
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