Sarmiento, luego de visitar a San MArtín en su exilio le comenta en carta del 4 de septiembre de 1846 a su amigo Antonio Aberastain:
“...va Ud. a buscar al opinión de los americanos mismos (en Europa) y por todas partes encuentra la misma incapacidad de juzgar. San Martín es el ariete desmontado ya que sirvió a la destrucción de los españoles; hombre de una pieza; anciano batido y ajado por las revoluciones americanas, ve en Rosas el defensor de la independencia amenazada y su ánimo noble se exalta y ofusca...San Martín era hombre viejo, con debilidades terrenales, con enfermedades de espíritu adquiridas en la vejez; habíamos vuelto a la época presente nombrando a Rosas y su sistema. Aquella inteligencia tan clara en otro tiempo, declina ahora; aquellos ojos tan penetrantes que de una mirada forjaban una pagina de la historia, estaban ahora turbios y allá en la lejana tierra veía fantasmas extranjeros, todas sus ideas se confundían, los españoles y las potencias extranjeras, la Patria, aquella Patria antigua, la estatua de piedra del antiguo héroe de la independencia, parecía enderezarse sobre el sarcófago para defender la América amenazada...”
El 13 de abril de 1835 Rosas asume su segundo mandato no ya con poderes extraordinarios sino con "La Suma del Poder Público", en esta circunstancias estas son las palabras de San Martín.
Desde Europa, enterado de los acontecimientos, escribe a Tomás Guido el 17 de diciembre de 1835:
“Mi querido amigo...hace cerca de dos años escribí a Ud. que yo no encontraba otro arbitrio para cortar los males que por tanto tiempo han afligido a nuestra desgraciada tierra, que el establecimiento de un gobierno fuerte, o más claro, Absoluto, que enseñase a nuestros compatriotas a obedecer...
"Gobierno Absoluto", "que enseñe a obedecer". Por supuesto que San Martín fue un innegable luchador por la independencia, ahora que por la libertad no queda tan claro, o al menos su idea de la libertad era territorial.
Su valor moral no puede discutirse, si sus elecciones políticas.
Me permitiría agregar que los mayores talentos de San Martín fueron de carácter militar.
Su visión estratégica, su enorme capacidad de planificación logística para obtener recursos que le permitieran armar y equipar un ejército, las maniobras de velo y engaño que ideó y ejecutó para sorprender a los realistas de Chile y su capacidad de reacción después de Cancha Rayada son demostración de su valía como gran general.
A eso hay que agregar su estricta disciplina, la firme conducción que ejerció y la importancia que adjudicó al entrenamiento de la tropa para prepararla para el combate. Su gran coraje personal no necesita ser señalado por ser de sobra conocido.
No en vano en las Escuelas de Estado Mayor de los principales países europeos se estudiaba, hasta la aparición de la aviación que amplió el campo de la guerra al agregarle otra dimensión, el cruce los Andes detalladamente por ser una brillante hazaña militar.
Anonymous: con el respeto que me merece su "cipayo" alias, déjeme decirle que creer en divinidades poseídas por un espíritu genuinamente argentino estamos como estamos. Aunque no crea, hasta el General San Martín se equivocaba. Igualmente, hasta Alberdi y Sarmiento acertaban (y vaya cómo). Saludos. Soy un sempiterno lector de este espacio, pero comento por vez primera. Saludos.
1) ¿Cómo, hoy no es el cumpleaños de ÉL??? 2) Así que el Padre de la Patria quería para la Argentina "un gobierno absioluto" que "enseñase a obedecer"... pero eso sí, él y su familia, en Europa, en países liberales. Absolutismo para la perrada, derechos ciudadanos para mí. Un progre más.
Muchos me odiarán por mi particular interpretación de los hechos históricos. Me expongo al juicio atinado de quienes estén mejor informados que yo (y a los fanáticos, los ignoraré).
Yo, a San Martín, como político -ni hablar como estadista- lo primero que haría, es bajarlo, respetuosamente, del caballo.
Salvo que uds. tengan otra información, por lo que se, el trabajo de San Martín era el de militar, y en eso, fue brillante. No se le conocen otras actividades, salvo, la de dar consejos y alternar socialmente en las tertulias europeas.
Cuando dejó el servicio activo, no ejerció ningún tipo de actividad valiosa socialmente, salvo las rentísticas. Durante 28 años, hasta su muerte, su trabajo fue conseguir un "sponsor" que reemplazara la renta que le cesó de pagar el Gobierno del Perú por los valiosos servicios prestados (parece que alguno creyó que ya estaba viviendo demasiado)(mientras tanto Buenos Aires: bien, gracias). Este objetivo lo consiguió de un viejo admirador y amigo francés de la Logia, que le legó su fortuna. Mientras, como buen argentino, se dedicaba a escribir cartas con recomendaciones a sus compatriotas. Hoy, tal vez, en su retiro, sería bloguero.
Casi todos los milicos son, por definición y deformación profesional, jerárquicos. No es de extrañar entonces, que fuera monárquico (y de los absolutos). La concepción jerárquica de organización significa, más en esa época y tradición, un desprecio por las actividades más pedestres, como el comercio, o digámoslo fríamente: el laburo. El laburo, las actividades de sustento creando riqueza, no eran el fuerte de San Martin. No es el caso del General Brown(luego Almirante) por ejemplo, que alternaba sus actividades comerciales con las batallas que la patria naciente le demandaba y en la que residió hasta su muerte.
Ahora, algunos sabemos, que la organización jerárquica, fue eficaz para liberar, pero tambien para conquistar, saquear, esclavizar y obtener glorias que les encantan a los historiadores contar y a la gente escuchar, aunque no tanto tener que vivirlas.
Pero hay otra historia, que es la de los héroes anónimos, aquéllos que obtienen su gloria personal, no en las grandes gestas, sino en las anónimas transacciones de valorxvalor que realizan -en paz- con sus semejantes y que son los que levantan día a día, una civilización. Más que a obedecer, a los argentinos había que enseñarles a trabajar y ejercer industrias lícitas.
Tenía que decirlo ante tan selecta audiencia. Me hago cargo.
Una pegunta a los "del blog", mi primer cometnario era la respuesta a un comentario anónimo (el 3ero) donde este transcribía una carta de San Martín en la cual manifestaba su apoyo a Rosas. Hoy no aparece, y los comentarios quedan "pedaleando en el aire".
Agradecería saber el motivo. Me sucedió en otro comentario donde otro anónimo insultaba y mi respuesta quedó también en "el aire"
Perdón, pero ¿hubiera sido preferible que se convierta en dictador vitalicio de las Provincias Unidas, a lo Bolívar? Creo que no. No le pidan peras al olmo. Su finest hour fue la Guerra de la Independencia. Muchas gracias y a otra cosa.
Perogruyo, lamento decirte que cometes varios errores en la narración de la vida de San Martín en Francia, período de su vida que está perfectamente conocido por documentación y testimonios. Es lógico que no los conozcas porque no sos historiador sino ingeniero.
1) "El amigo francés" era Alejandro Aguado, sevillano, hijo de una rica familia de comerciantes ennoblecidos y de profesión militar. Era 4 años mayor que San Martín y sirvió en el Ejército en la misma época, pero en distintos regimientos.
2) Aguado era miembro de la Logia de Cádiz al igual que San Martín. Esta Logia masónica era liberal y pretendía el establecimiento de monarquías constitucionales al estilo inglés.
3)Los historiadores no tienen claro en qué momento se conocieron Aguado y San Martín. El hecho verificado es que fueron amigos cuando ambos estaban en el Ejército del Rey Carlos IV y destinados en Andalucía.
4) Aguado, al igual que San Martín, combate contra las tropas napoleónicas con distinción, pero luego de la derrota del ejército español a manos de los franceses en Tudela (noviembre 1808), se refugia en la casa materna en Sevilla a la espera de los acontecimientos.
En ese momento, pocos creían que Napoleón pudiese ser derrotado y restaurados los Borbones.
Asimismo, el Rey José Bonaparte había adoptado una serie de medidas de carácter liberal y atraído a buena parte de la sociedad española liberal a su partido, estos fueron los llamados "afrancesados". Un tío de Aguado, el Gral. O'Farrel era afrancesado y se desempeñaba como Ministro de Guerra de José Bonaparte.
Él lo convenció de que se pasase de bando y así Aguado terminó peleando junto a los franceses en 1810 en la batalla de la Albuera contra las tropas españolas entre las cuales estaba San Martín que combatió también allí.
5) Cuando José I se retira de España, más de 30.000 afrancesados huyen con él por temor a las represalias por traición. Aguado es uno de ellos.
6) Ayudado por un tío que vivía en Francia y siendo él mismo rico, Aguado comienza un próspero comercio de productos españoles hacia Francia y así inicia su carrera como empresario y, luego banquero (producida la Restauración borbónica), hasta llegar a ser el hombre más rico de Francia.
7) Otorga importantes préstamos a Fernando VII y, en agradecimiento, Fernando VII lo nombra Marqués de las Marismas.
8) Los primeros tiempos de San Martín en Francia fueron duros y de privaciones, por lo que bien señalaste de la falta de pago de sus haberes en Perú y el Río de la Plata, cayó enfermo gravemente por una enfermedad parecida al cólera y era vigilado por la policía borbónica por ser un conocido revolucionario.
9) Cuando toma contacto con Aguado (1832), éste lo nombra tutor de sus hijos y le paga un más que generoso sueldo. Aguado lo presenta e integra en la vida del tout Paris y retoman su amistad que durará hasta la muerte de Aguado.
10) Aguado lo nombra albacea testamentario, tutor y curador de sus dos hijos menores (junto con su madre) y le lega una importante suma que le asegura su futuro.
11) San Martín cumple con su papel de albacea escrupulosamente y sin tacha.
Recuerdo escucharle decir al bueno de H.García Hamilton que San Martín fue un espía francés que vivió, de su larga vida, sólo 8 años aquí en la Argentina (lo lincharon por decir esto en la sanmartiniana de Mendoza...)
Si bien siempre fue reconocido como uno de los grandes próceres argentinos, el mito de 'San Martín el Padre de la Patria', 'El Santo de la Espada' y que sé yo qué otras grandilocuencias, fue instaurado en 1950 por Perón al organizar los festejos del Centenario de su muerte. "San Martín, Rosas y Perón", se decía.
Personalmente lo he comprobado muy fácilmente: guardo libros de lectura de la primaria de mi viejo (años '20-'30), San Martín era uno más entre otros, más bien era Belgrano el prócer máximo (no como ahora que es Máximo el prócer... perdón por el chistonto)
Así que el Gral. Cangallo lo utilizó porque se adecuaba mejor al 'relato' de esa época de verticalización y militarización de la sociedad, tan gratas al fascismo.
Seguramente San Martín haya sido un gran militar y un buen tipo, y su contribución a la organización de la Argentina fue relevante, pero su entronización como paradigma modélico del "ser nacional" ha sido bastante negativa.
Mejor hubiera sido seguir inspirándonos con las frases de Belgrano:
Perogruyo, San Martín luchó durante la Independencia y creía en la necesidad de una monarquía parlamentaria similar a la de Gran Bretaña. De ninguna manera era partidario del absolutismo, pero como militar, era amante del orden no de la anarquía.
Por otra parte, el desprecio al comercio en esa época era propio no sólo de los militares sino de todas las clases dirigentes europeas, ya que se valoraba socialmente la propiedad de grandes tierras o, más adelante, el ejercicio de profesiones liberales.
La idea de que a San Martín el laburo o las actividades de sustento produciendo riqueza no eran el fuerte de San Martín, es muy graciosa por lo inconsistente.
El laburo de San Martín era ser militar, no contribuir a producir riqueza.
Y te garantizo que los militares de esa época y del estilo de San Martín laburaban como bestias o vos te crees que era simple levantar un ejército de la nada, organizar fundiciones para hacer cañones, sables y fusiles, entrenar y mantener controlada a una masa de soldados rústicos y analfabetos y en una época en que solamente había malas noticias para los patriotas.
Con tu criterio, Wellington, Patton, Malborough, y todos los grandes militares de la historia que no fueron políticos no generaron riqueza ni fueron productivos. No estaban para eso, estaban para luchar por su país y, si es preciso, morir por él.
Nombrame un militar de la Independencia que haya muerto rico o dedicado a "actividades productivas" como el comercio.
El sorete de Rosas era comerciante y estanciero exitoso y fue una mierda absoluta como hombre y político.
Llevando tu criterio de las actividades de sustento creando riqueza, ¿dónde quedan situados los filósofos, novelistas y escritores de ficción? ¿Producen riqueza material? No generan ningún bien transable salvo sus libros y dan trabajo a imprentas y libreros nada más.
Las necesidades de armas, equipamiento, munición de boca, vehículos y combustibles mueven la economía mucho más que una novela o ensayo filosófico por más que lo haya escrito tu admirada Ayn Rand. ¿Ves la inconsistencia de tu opinión?
Nadie puede discutir que el trabajo diario de la gente común es la que va forjando día a día la historia de la civilización, pero no todos pensamos que lo único que te mueve en la vida es el fin de lucro o el dinero. Hay más cosas, pero no se pueden escribir en fórmulas matemáticas.
Me llegó al Facebook una frase,
ReplyDelete"San Martín con 1 caballo , cruzó los Andes y libertó 3 paises.
Aqui y Ahora un tuerto con una yegua..."
Con las inversiones chinas se iba a sacar el cuadro de San Martín de las aulas y poner la foto de EL. (El tuerto dixit)
Ella va a colocar al lado de la de EL la de Rosas.
“¿Quién nos liberará de nuestros libertadores?” dijo Alberdi.
ReplyDeleteGus VF
Sarmiento, luego de visitar a San MArtín en su exilio le comenta en carta del 4 de septiembre de 1846 a su amigo Antonio Aberastain:
ReplyDelete“...va Ud. a buscar al opinión de los americanos mismos (en Europa) y por todas partes encuentra la misma incapacidad de juzgar. San Martín es el ariete desmontado ya que sirvió a la destrucción de los españoles; hombre de una pieza; anciano batido y ajado por las revoluciones americanas, ve en Rosas el defensor de la independencia amenazada y su ánimo noble se exalta y ofusca...San Martín era hombre viejo, con debilidades terrenales, con enfermedades de espíritu adquiridas en la vejez; habíamos vuelto a la época presente nombrando a Rosas y su sistema. Aquella inteligencia tan clara en otro tiempo, declina ahora; aquellos ojos tan penetrantes que de una mirada forjaban una pagina de la historia, estaban ahora turbios y allá en la lejana tierra veía fantasmas extranjeros, todas sus ideas se confundían, los españoles y las potencias extranjeras, la Patria, aquella Patria antigua, la estatua de piedra del antiguo héroe de la independencia, parecía enderezarse sobre el sarcófago para defender la América amenazada...”
El 13 de abril de 1835 Rosas asume su segundo mandato no ya con poderes extraordinarios sino con "La Suma del Poder Público", en esta circunstancias estas son las palabras de San Martín.
Desde Europa, enterado de los acontecimientos, escribe a Tomás Guido el 17 de diciembre de 1835:
“Mi querido amigo...hace cerca de dos años escribí a Ud. que yo no encontraba otro arbitrio para cortar los males que por tanto tiempo han afligido a nuestra desgraciada tierra, que el establecimiento de un gobierno fuerte, o más claro, Absoluto, que enseñase a nuestros compatriotas a obedecer...
"Gobierno Absoluto", "que enseñe a obedecer".
Por supuesto que San Martín fue un innegable luchador por la independencia, ahora que por la libertad no queda tan claro, o al menos su idea de la libertad era territorial.
Su valor moral no puede discutirse, si sus elecciones políticas.
Coincido con Martín Rey en todo su comentario.
ReplyDeleteMe permitiría agregar que los mayores talentos de San Martín fueron de carácter militar.
Su visión estratégica, su enorme capacidad de planificación logística para obtener recursos que le permitieran armar y equipar un ejército, las maniobras de velo y engaño que ideó y ejecutó para sorprender a los realistas de Chile y su capacidad de reacción después de Cancha Rayada son demostración de su valía como gran general.
A eso hay que agregar su estricta disciplina, la firme conducción que ejerció y la importancia que adjudicó al entrenamiento de la tropa para prepararla para el combate. Su gran coraje personal no necesita ser señalado por ser de sobra conocido.
No en vano en las Escuelas de Estado Mayor de los principales países europeos se estudiaba, hasta la aparición de la aviación que amplió el campo de la guerra al agregarle otra dimensión, el cruce los Andes detalladamente por ser una brillante hazaña militar.
Anonymous: con el respeto que me merece su "cipayo" alias, déjeme decirle que creer en divinidades poseídas por un espíritu genuinamente argentino estamos como estamos.
ReplyDeleteAunque no crea, hasta el General San Martín se equivocaba.
Igualmente, hasta Alberdi y Sarmiento acertaban (y vaya cómo).
Saludos.
Soy un sempiterno lector de este espacio, pero comento por vez primera. Saludos.
Como decía De La Rua, que loco, no ? Que un apologista de Rosas nos trate de fascistas... Cortate los huevos y bailá la "refalosa", imbécil.
ReplyDeleteMuy bueno el comentario de Martín Rey.
1) ¿Cómo, hoy no es el cumpleaños de ÉL???
ReplyDelete2) Así que el Padre de la Patria quería para la Argentina "un gobierno absioluto" que "enseñase a obedecer"... pero eso sí, él y su familia, en Europa, en países liberales.
Absolutismo para la perrada, derechos ciudadanos para mí.
Un progre más.
Ira boloudou a Yayepu al festejo con los granaderos que le negaron a cobos?
ReplyDeleteExcelente cita Martin Rey.
ReplyDeleteMuchos me odiarán por mi particular interpretación de los hechos históricos. Me expongo al juicio atinado de quienes estén mejor informados que yo (y a los fanáticos, los ignoraré).
Yo, a San Martín, como político -ni hablar como estadista- lo primero que haría, es bajarlo, respetuosamente, del caballo.
Salvo que uds. tengan otra información, por lo que se, el trabajo de San Martín era el de militar, y en eso, fue brillante. No se le conocen otras actividades, salvo, la de dar consejos y alternar socialmente en las tertulias europeas.
Cuando dejó el servicio activo, no ejerció ningún tipo de actividad valiosa socialmente, salvo las rentísticas. Durante 28 años, hasta su muerte, su trabajo fue conseguir un "sponsor" que reemplazara la renta que le cesó de pagar el Gobierno del Perú por los valiosos servicios prestados (parece que alguno creyó que ya estaba viviendo demasiado)(mientras tanto Buenos Aires: bien, gracias). Este objetivo lo consiguió de un viejo admirador y amigo francés de la Logia, que le legó su fortuna. Mientras, como buen argentino, se dedicaba a escribir cartas con recomendaciones a sus compatriotas. Hoy, tal vez, en su retiro, sería bloguero.
Casi todos los milicos son, por definición y deformación profesional, jerárquicos. No es de extrañar entonces, que fuera monárquico (y de los absolutos). La concepción jerárquica de organización significa, más en esa época y tradición, un desprecio por las actividades más pedestres, como el comercio, o digámoslo fríamente: el laburo. El laburo, las actividades de sustento creando riqueza, no eran el fuerte de San Martin. No es el caso del General Brown(luego Almirante) por ejemplo, que alternaba sus actividades comerciales con las batallas que la patria naciente le demandaba y en la que residió hasta su muerte.
Ahora, algunos sabemos, que la organización jerárquica, fue eficaz para liberar, pero tambien para conquistar, saquear, esclavizar y obtener glorias que les encantan a los historiadores contar y a la gente escuchar, aunque no tanto tener que vivirlas.
Pero hay otra historia, que es la de los héroes anónimos, aquéllos que obtienen su gloria personal, no en las grandes gestas, sino en las anónimas transacciones de valorxvalor que realizan -en paz- con sus semejantes y que son los que levantan día a día, una civilización. Más que a obedecer, a los argentinos había que enseñarles a trabajar y ejercer industrias lícitas.
Tenía que decirlo ante tan selecta audiencia. Me hago cargo.
¿Alfredo Alcón?
ReplyDeleteUna pegunta a los "del blog", mi primer cometnario era la respuesta a un comentario anónimo (el 3ero) donde este transcribía una carta de San Martín en la cual manifestaba su apoyo a Rosas. Hoy no aparece, y los comentarios quedan "pedaleando en el aire".
ReplyDeleteAgradecería saber el motivo. Me sucedió en otro comentario donde otro anónimo insultaba y mi respuesta quedó también en "el aire"
Martín, perdón, los agarró la MCB.
ReplyDeletePerdón, pero ¿hubiera sido preferible que se convierta en dictador vitalicio de las Provincias Unidas, a lo Bolívar? Creo que no. No le pidan peras al olmo. Su finest hour fue la Guerra de la Independencia. Muchas gracias y a otra cosa.
ReplyDeleteEl legado de San Martin, Rosas y Perón está intacto, somos un pueblo obediente.
ReplyDeletePerogruyo, lamento decirte que cometes varios errores en la narración de la vida de San Martín en Francia, período de su vida que está perfectamente conocido por documentación y testimonios.
ReplyDeleteEs lógico que no los conozcas porque no sos historiador sino ingeniero.
1) "El amigo francés" era Alejandro Aguado, sevillano, hijo de una rica familia de comerciantes ennoblecidos y de profesión militar. Era 4 años mayor que San Martín y sirvió en el Ejército en la misma época, pero en distintos regimientos.
2) Aguado era miembro de la Logia de Cádiz al igual que San Martín. Esta Logia masónica era liberal y pretendía el establecimiento de monarquías constitucionales al estilo inglés.
3)Los historiadores no tienen claro en qué momento se conocieron Aguado y San Martín. El hecho verificado es que fueron amigos cuando ambos estaban en el Ejército del Rey Carlos IV y destinados en Andalucía.
4) Aguado, al igual que San Martín, combate contra las tropas napoleónicas con distinción, pero luego de la derrota del ejército español a manos de los franceses en Tudela (noviembre 1808), se refugia en la casa materna en Sevilla a la espera de los acontecimientos.
En ese momento, pocos creían que Napoleón pudiese ser derrotado y restaurados los Borbones.
Asimismo, el Rey José Bonaparte había adoptado una serie de medidas de carácter liberal y atraído a buena parte de la sociedad española liberal a su partido, estos fueron los llamados "afrancesados". Un tío de Aguado, el Gral. O'Farrel era afrancesado y se desempeñaba como Ministro de Guerra de José Bonaparte.
Él lo convenció de que se pasase de bando y así Aguado terminó peleando junto a los franceses en 1810 en la batalla de la Albuera contra las tropas españolas entre las cuales estaba San Martín que combatió también allí.
5) Cuando José I se retira de España, más de 30.000 afrancesados huyen con él por temor a las represalias por traición. Aguado es uno de ellos.
6) Ayudado por un tío que vivía en Francia y siendo él mismo rico, Aguado comienza un próspero comercio de productos españoles hacia Francia y así inicia su carrera como empresario y, luego banquero (producida la Restauración borbónica), hasta llegar a ser el hombre más rico de Francia.
7) Otorga importantes préstamos a Fernando VII y, en agradecimiento, Fernando VII lo nombra Marqués de las Marismas.
8) Los primeros tiempos de San Martín en Francia fueron duros y de privaciones, por lo que bien señalaste de la falta de pago de sus haberes en Perú y el Río de la Plata, cayó enfermo gravemente por una enfermedad parecida al cólera y era vigilado por la policía borbónica por ser un conocido revolucionario.
9) Cuando toma contacto con Aguado (1832), éste lo nombra tutor de sus hijos y le paga un más que generoso sueldo. Aguado lo presenta e integra en la vida del tout Paris y retoman su amistad que durará hasta la muerte de Aguado.
10) Aguado lo nombra albacea testamentario, tutor y curador de sus dos hijos menores (junto con su madre) y le lega una importante suma que le asegura su futuro.
11) San Martín cumple con su papel de albacea escrupulosamente y sin tacha.
SIGO EN OTRO COMENTARIO
Recuerdo escucharle decir al bueno de H.García Hamilton que San Martín fue un espía francés que vivió, de su larga vida, sólo 8 años aquí en la Argentina (lo lincharon por decir esto en la sanmartiniana de Mendoza...)
ReplyDeleteSi bien siempre fue reconocido como uno de los grandes próceres argentinos, el mito de 'San Martín el Padre de la Patria', 'El Santo de la Espada' y que sé yo qué otras grandilocuencias, fue instaurado en 1950 por Perón al organizar los festejos del Centenario de su muerte. "San Martín, Rosas y Perón", se decía.
Personalmente lo he comprobado muy fácilmente: guardo libros de lectura de la primaria de mi viejo (años '20-'30), San Martín era uno más entre otros, más bien era Belgrano el prócer máximo (no como ahora que es Máximo el prócer... perdón por el chistonto)
Así que el Gral. Cangallo lo utilizó porque se adecuaba mejor al 'relato' de esa época de verticalización y militarización de la sociedad, tan gratas al fascismo.
Seguramente San Martín haya sido un gran militar y un buen tipo, y su contribución a la organización de la Argentina fue relevante, pero su entronización como paradigma modélico del "ser nacional" ha sido bastante negativa.
Mejor hubiera sido seguir inspirándonos con las frases de Belgrano:
http://frasesinteresantes.blogspot.com/2008/06/frases-de-manuel-belgrano-o-manuel.html
Muy buenos comments Martín y perogruyo.
Gus VF
Perogruyo, San Martín luchó durante la Independencia y creía en la necesidad de una monarquía parlamentaria similar a la de Gran Bretaña. De ninguna manera era partidario del absolutismo, pero como militar, era amante del orden no de la anarquía.
ReplyDeletePor otra parte, el desprecio al comercio en esa época era propio no sólo de los militares sino de todas las clases dirigentes europeas, ya que se valoraba socialmente la propiedad de grandes tierras o, más adelante, el ejercicio de profesiones liberales.
La idea de que a San Martín el laburo o las actividades de sustento produciendo riqueza no eran el fuerte de San Martín, es muy graciosa por lo inconsistente.
El laburo de San Martín era ser militar, no contribuir a producir riqueza.
Y te garantizo que los militares de esa época y del estilo de San Martín laburaban como bestias o vos te crees que era simple levantar un ejército de la nada, organizar fundiciones para hacer cañones, sables y fusiles, entrenar y mantener controlada a una masa de soldados rústicos y analfabetos y en una época en que solamente había malas noticias para los patriotas.
Con tu criterio, Wellington, Patton, Malborough, y todos los grandes militares de la historia que no fueron políticos no generaron riqueza ni fueron productivos. No estaban para eso, estaban para luchar por su país y, si es preciso, morir por él.
Nombrame un militar de la Independencia que haya muerto rico o dedicado a "actividades productivas" como el comercio.
El sorete de Rosas era comerciante y estanciero exitoso y fue una mierda absoluta como hombre y político.
Llevando tu criterio de las actividades de sustento creando riqueza, ¿dónde quedan situados los filósofos, novelistas y escritores de ficción? ¿Producen riqueza material? No generan ningún bien transable salvo sus libros y dan trabajo a imprentas y libreros nada más.
Las necesidades de armas, equipamiento, munición de boca, vehículos y combustibles mueven la economía mucho más que una novela o ensayo filosófico por más que lo haya escrito tu admirada Ayn Rand.
¿Ves la inconsistencia de tu opinión?
Nadie puede discutir que el trabajo diario de la gente común es la que va forjando día a día la historia de la civilización, pero no todos pensamos que lo único que te mueve en la vida es el fin de lucro o el dinero. Hay más cosas, pero no se pueden escribir en fórmulas matemáticas.