Se refiere al hecho de que las únicas reformas que se consideran fundacionales, inamovibles, irrevocables, irrenunciables son las que provienen de gobiernos de izquierda.
Yo creo que claramente ésa es la tendencia. Y lo es en gran medida porque los gobiernos de izquierda se caracterizan por la creación de infinidad de “derechos” nuevos, que necesariamente van acompañados de sus correspondientes programas clientelistas para hacerlos realidad. Québec da para ejemplos de varios libros de texto.
Los clientes de estos programas son las personas que reciben las prebendas en cuestión. Pero entre los principales beneficiarios también están los burócratas que los administran, los políticos que se benefician con los votos que generan, los sindicalistas que reciben millonadas en aportes (y coimas), los proveedores del estado que se hacen unas diferencias extraordinarias, ONGs que viven por y para el estado, universidades que les venden servicios y siguen las firmas.
No sorprende para nada que una vez en funcionamiento sea prácticamente imposible sacarlos.
Además de "derechos", podés poner "creación" entre comillas.
ReplyDeleteEl Estado no crea nada, en todo caso, está cercenando derechos de algunos para otorgarlos a otros.
Máxime cuando, en general, la "creación de derechos" no implica ningún intento por hacer que éstos permitan al receptor pasar de ser un consumidor free rider a un productor.
Si las existencias de bienes y servicios se mantienen fijas y el Estado le "crea el derecho" a un individuo a disponer de una parte de ese stock, forzosamente se lo tiene que haber sacado a quien lo produjo, o a quien podía haberlo adquirido en regla a un precio pactado con éste.
Para peor, cualquier iniciativa de este tipo tiende, precisamente, a destruir en la cabeza del "nuevo sujeto de derechos" la relación producción-consumo.
A la larga, esto convence también a los que lo rodean de que no es necesario mover las retaguardias para procurarse bienes. O sea, presiona hacia abajo la capacidad de una sociedad de generar riqueza, y destruye los incentivos para hacerlo.
Sds
Desde la post guerra hasta ahora, practicamente no hahabido otra cosa que social democracia. La única excepción fueron los 80. El juego es así: la caga la izquierda, la arregla la derecha y vuelve la izquierda a cagarla. Todo con el voto del pueblo.
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