Estoy terminando de aceptar a regañadientes que, cuando llegue el momento de reconstruir Argentina, habrá que empezar mucho más atrás de lo que me imaginaba en un principio.
Ni siquiera se puede hablar de retroceso, porque aparentemente el supuesto avance desde 1983 hasta ahora no fue más que una pose, una moda.
En muchos argentinos, la cultura democrática, las ideas de la libertad, la tolerancia, la igualdad ante la ley, es una pátina de medio milímetro de espesor.
Louis: creo que ese es el punto crucial, difícilmente se sostendría un régimen como el de los K, si una parte importante de la población tuviera más cultura democrática, o cívica, si defendiera todo aquello que podemos resumir en lo que es una República.
ReplyDeleteNos vanagloriábamos de ser mas cultos -al estilo europeo-, que nuestros vecinos de América Latina, pero en realidad, y sobre todo civicamente hablando, estamos en el escalón más bajo, somos "vivos", pero compramos todo buzón o espejito de colores que nos vende el populista de turno.
Lo que siento es espanto, Pedro. Jamás me sentí tan extranjero.
ReplyDeleteImaginate sentir lo mismo, pero vivir acá :(
ReplyDeleteVos sos optimista, Louis. Todavía creés que se puede reconstruir. Yo no estoy tan seguro, a juzgar por lo que mis amistades y sus amistades opinan(los que se quedaron allá)
ReplyDeletedel 83 a la fecha solo tuvimos un periodo de 4 años de hacer las cosas bien ( 90-94), y fijate como cambio el pais.
ReplyDeleteTe imaginas si hubiera sido un periodo de 10 o 15 años? ( ya no digo los casi 30 que van desde el 83)
Pero coincido con los posts de arriba. Esto no tiene solucion porque el problema no esta ya en la clase politica, sino en el grueso de la gente.
Lamento muchachos, pero la Argentina se terminó en 1930, con el golpe de Uriburu.
ReplyDeleteHay que desandar y deshacer casi un siglo de monigoteadas.
Tremendo, Rubén.
ReplyDeleteDisgregación es lo que viene, los que tienen con los que tienen y los pobres del otro lado de la Gral. Paz a $5 la hora (14 hs. a full).
ReplyDeleteLos negros van a seguir votando, pero quienes tenemos algo que defender lo vamos hacer.
El que tiene algo lo seguirá defendiendo, si es necesario, Uds. ya saben...
Yo ya estoy preparado.
Disiento con Rubén, el país sonó a principios de siglo con la educación patriótica, el servicio militar y la historia mitrista de generarles gloriosos que no cagaban, ahí esta el germen del nazionalismo que luego eclosionó con Yrigoyen, los militares del 30 y luego Perón.
ReplyDeleteMe parece que Martín tiene bastante razón. El primer gran desastre es Yrigoyen pero a este lo votaron así que el problema empezó antes.
ReplyDeleteLouis, vuelvo a colocar lo que puse luego de tu comentario ahora hecho post,
ReplyDelete"Sigue siendo un misterio donde se perdió la Argentina, o quizás nunca se perdió, jamas fué, y Alberdi, Sarmiento, Roca fueron solo un interludio de una sinfonía mal ejecutada por una orquesta, los argentinos, que desafina de manera cada vez más notable".
En Amor y Pais, un libro bastante recomendable de Alejandro Rozitchner hay un capítulo titulado: "La Argentina nunca fue un gran país".
Luego de varias consideraciones termina con este párrafo:
"Un gran país no entrega el poder a ciudadanos inútiles, ni lo deja a merced de personas cuyo interés comunitario sea tan frágil e impuro".
Pensar en un fuego purificador, o una situación extrema de sangre como catalizador del cambio, parece más una expresión de hartazgo y abandono que una manera de construir una alternativa. Llevamos 200 años a sangre y fuego, no hubo década en la Argentina sin esa violencia fundadora de nuevos órdenes y aqui estamos.
Este tiempo me recuerda a Balbin, "Todos los incurables tienen cura hasta cinco minutos antes de su muerte".
Dicho a fines de febrero de 1976.
Ya sabemos que pasó con el paciente, y quienes dirigían el hospital.
Saludos, Martín.
Louis, Martín, los persigo por aquí: yo no sé si fuimos un gran país, sí sé que fuimos muchísimo mejores que lo que somos ahora. Yo lo viví, mis mayores me lo cuentan, se ven aún nobles vestigios sobreviviendo entre tanta basura actual. Ni qué hablar comparados en el contexto latinoamericano. El tema es que no hay que dormirse en los laureles, la civilización es frágil.
ReplyDeletePego unos últimos párrafos del artículo "¿Qué significa el peronismo?" de A.Benegas Lynch(h)
"Como menciona Tocqueville en The Old Regime and the French Revolution, en no pocos lares ocurre que cuando la situación de un país es muy favorable muchas son las personas que dan por sentado que aquellas circunstancias se mantendrán inalterables y, por ende, abandonan esfuerzos intelectuales y de otro orden para apuntalar la situación, con lo cual se abren inmensos espacios que ocupan ideas y concepciones distintas."
"Esto es lo que ocurrió en el caso argentino y cuando se consolidó la idea estatizante y socializante ésta arrasó en los debates puesto que, salvo muy contadas excepciones, los supuestos defensores de la sociedad abierta nada tenían que responder porque no contaban con las necesarias argumentaciones y fundamentaciones puesto que, como queda dicho, habían dejado de lado el imprescindible ejercicio intelectual para comprender y difundir las bases de la libertad, que en nuestro caso, dieron origen a un notable progreso cultural y material."
"Nada debe darse por sentado, la libertad requiere de esfuerzos constantes para preservarla. Es como dice Ortega y Gasset: “Si usted quiere aprovecharse de las ventajas de la civilización, pero no se preocupa usted por sostener la civilización... se ha fastidiado usted. En un dos por tres se queda usted sin civilización. Un descuido y cuando mira usted en derredor todo se ha volatilizado”."
Gus VF
Excelente, Martín.
ReplyDelete