"Sería de tirarse por el suelo de la risa si no fuera porque es algo que ha costado tantísimo dinero", explica el filósofo Gabriel Albiac. "Desde un punto de vista básico, la lengua no la hacen los sujetos. Intentar normativizar la lengua es una estupidez. Pretender modificar a voluntad el uso de las palabras es sencillamente una exhibición de analfabetismo".
Gustavo Bueno, también filósofo, cuenta a EL MUNDO.es: "Los géneros gramaticales no tienen que ver con el sexo. El origen de los géneros es muy diverso. Sólo haciendo un psicoanálisis grosero podríamos aplicar el sexo a estas categorías lingüísticas. Pero estos debates ya aparecieron en la Transición, que vinculaban el lenguaje a la lucha de clases y de géneros. Yo creo que estas guías contribuyen a fijar el problema. Eso de que hay que 'visibilizar' a la mujer es inventarse un problema que no había".
El también poeta Luis Alberto de Cuenca explica: "Los colectivos sexistas extremistas son los que quieren imponer normas, cuando en realidad, es el uso el que manda. El uso de los hablantes, el lenguaje es inocente. La RAE tiene en el uso su máxima guía. Porque el lenguaje no puede ser ofensivo. Las actitudes son lo que lo hacen ofensivo. El uso no lo va a destruir ningún colectivo extremista".
Si seguimos en estas pavadas lo próximo será la eliminación del uso de artículos, como en el ruso.
ReplyDeleteTodo es parte de la lucha.
ReplyDeleteLa ridiculez llevada al máximo, pronto no se van a poder hacer comentarios ni comentarias.
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