Mar 12, 2012

El tiempo del estanque.



Toda esta situación político-económica que estamos viviendo tiene un aire muy extraño. Mezcla de fin del Proceso, fin del alfonsinismo, fin del menemato. Fin.

Lo curioso es el clima. Hay como un tiempo suspendido. La caída vertiginosa que es vivida en cámara lenta. La persona que tiene una situación especial y siente que los demás, alrededor, se mueven rápidamente y él está en un tiempo congelado, a pesar de moverse más rápido que todos.

Siempre pasó así en la Argentina. Se estanca, tiene un estertor y desbarranca. Son los tres tiempos de la decadencia de todos los regímenes -por lo menos de los que yo he vivido.

El tiempo del estanque es el que estamos viviendo. El estertor y el desbarranco son violentos y rápidos. Los tiempos de la reconstrucción son exigentes y esperanzadores. El tiempo del estanco es angustiante. Se flota sin ir a ningún lado, sabiendo que uno está contenido en un dique que va a colapsar. Que uno será arrastrado por una corriente vertiginosa, sin poder direccionar su destino, controlar los propios movimientos, que irá a parar a donde se lo arrastre; y que tendrá que luchar duramente por sobrevivir entretanto.

Después, no se sabe dónde, no se sabe cómo, uno tendrá que reconstruirse, si puede.

Vemos venir la tragedia. Una vez más. No está en nuestras manos evitarla. El resto del mundo se mueve en su cotidianeidad, como si nada pasara. Nada pasa en realidad. Todo está por pasar. Lo raudo, lo desconocido, lo inevitable; lo que nos arrasará.

8 comments:

  1. Es total y terriblemente así.
    Gracias por expresarlo tan claramente.

    ReplyDelete
  2. Qué buena descripción Don Freeman, excelente.
    Es la sensación de un choque violento próximo y no poder hacer nada.
    Espectacular.

    P.D.: DF: algo que ver con el nuevo embajador británico? algún puestito en la embassy?

    ReplyDelete
  3. Tropezar mil veces con la misma piedra.

    ReplyDelete
  4. Pero nunca caìmos tan bajo.
    No veo dònde encontrariamos la salida, està todo devastado, es un caos.
    Dìganme que me equivoco, plissssss!!!
    Emma Peel

    ReplyDelete
  5. Una prosa impecable, Don Freeman!

    ReplyDelete
  6. Que próximo gobernante o gobernanta nos hará extrañar a los Kirchner o Kirchnera?

    ReplyDelete
  7. Excelente descripción.
    Por un tema de edad, no he vivido tantos de esos ciclos de los regímenes en nuestro país, pero era evidente que esto iba a pasar.
    Lo que no me entra en la cabeza es cómo hay tanta gente que acompañe estos mesianismos, como si ellos fueran a quedar inmunes al desastre que se ve venir desde hace años.
    Lo que me cora son ellos los que me complace esta vez es que ahora serán ellos los que tengan que enfrentar la debacle.
    Su caída va a ser estrepitosa. Y la voy a disfrutar mucho.

    ReplyDelete
  8. Salvando las distancias... la mucha distancia… ¿vieron esos documentales en los que miles de judíos caminan en fila hacia las cámaras de gas? Y uno se asombra de que no se rebelen, de que se resignen, de que con fatal mansedumbre acepten su destino final.

    Siempre me costó entenderlo, aunque en estos últimos años, bastante menos. La rana no saltó de la olla.

    Gus VF

    ReplyDelete

Note: Only a member of this blog may post a comment.