Las decisiones adoptadas pueden ser analizadas desde varios puntos de vista.
Desde el económico en este momento corresponde enfatizar un par de aspectos principales.
Una vez más debo citar el cuento del que mató a los padres y cuando el juez le iba a aplicar la pena pidió clemencia por ser huérfano. ¿Tendrá algo que ver la política de precios aplicada por el gobierno Nacional actual, con las decisiones de Repsol de dónde explorar, extraer, etc., petróleo y gas? No, según el gobierno, quien exhibe una serie de gráficos que muestran la costosísima política llevada a cabo, pero como si hubiera surgido de decisiones autónomas de las empresas del sector.
La otra reflexión surge del artículo 16 del proyecto de ley, según el cual el gerenciamiento de la empresa será profesionalizado.
¿Por qué creer esto, en Argentina, dado el pasado de las empresas públicas? ¿Por qué creer esto, con respecto al Gobierno actual, a la luz de la experiencia de Aerolíneas Argentinas? ¿Por qué creer esto a la luz de los nombramientos del Ministro De Vido, el Viceministro Kicillof y el titular de ENARSA? No me sorprendería que ahora disminuyera el déficit de Aerolíneas Argentinas, porque la empresa obtendría nafta de aviación a precios “módicos”… como ocurriera en la década de 1980.
Ojala esté equivocado, pero mucho me temo que estemos delante de otra costosísima decisión pública.
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