Muy interesante explicación de las tres etapas del “modelo” y el extraordinario proceso de empobrecimiento generalizado:
Cuando las fuerzas oscuras del populismo del conurbano –no sólo peronistas- decidieron su confluencia táctica con el FMI para voltear al gobierno de la Alianza desatando un baño de sangre y el caos subsiguiente, la Argentina tenía un PBI (300.000 millones de dólares) que era casi la mitad del Brasil. Hoy, el PBI argentino real es de 400.000 millones de USD –con el dólar al valor internacional de hoy, muy parecido a aquéllos 300.000 de diez años atrás-, mientras Brasil supera los dos billones de dólares, cinco veces la Argentina.
El ingreso por habitante argentino era el 40 % superior al de Chile. Hoy la relación está invertida. La riqueza “per capita” argentina era el 30 % mayor a la uruguaya. Hoy, luego de “los mejores años de la historia económica nacional” y de la “matriz diversificada con inclusión social” (¿?!), el producto “per capita” uruguayo es el 20 % superior al argentino. Y durante esta década no gobernó nadie más que el peronismo, en su variante kirchnerista, ayudado por la mejor situación internacional de la historia.
Al cumplirse la década de gobiernos peronistas –duhaldista y kichneristas-, constatamos que el crecimiento ha sido una falacia. Hemos vivido diez años comiéndonos el capital, las reservas, el futuro y la confianza. El milagro argentino ha consistido en “relatar” durante una década sólo los números positivos, ocultando los negativos, como aquel que se cree rico porque obtiene un crédito o vende su casa y sólo computa su momentánea liquidez, sin tener en cuenta lo que debe ni lo que ya no tiene. Y que para no tener que confesarlo, decide dialogar solamente con su propio espejo.
Llegado el fin de la fiesta, otra vez habrá que empezar de nuevo, desde varios escalones más abajo.
La ficción que se puede crecer y ser más ricos sin inversiones llegó a su fin.
ReplyDeleteLaferrière era un radical cercano o incluso miembro de la Junta Coodinadora. Su evolución, para bien, es notable, y ello me hace suponer que Argentina también tendrá su "Alan García 2º Gestión", un gobierno quizás de modestas pretensiones pero que nos sacará del lodazal en el que estamos desde hace décadas.
ReplyDeleteMarioD
Ojalá, Mario.
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DeleteLa diferencia con Alan García es que, cuando llegó al poder por segunda vez, Perú ya había salido del lodazal hacía rato. Alan García sólo tuvo que poner "piloto automático" y dejar todo como estaba. Acá la situación será bastante más complicada para el que le toque venir después de los Kirchner.
DeleteMe quede con la foto, Diegote limpio las calles de droga, se la tomó toda él!!!
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