Más allá de un sistema electoral y de democracia interna partidaria que no es el ideal, creo que lo único que se les puede reprochar como clase/casta/corporación es no tener el "nobleza obliga" de ponerse a la altura de las circunstancias y hacer lo que tienen que hacer para que el país salga del círculo vicioso de la pobreza y del atraso.
El país es su gente, y para los políticos, la gente es el electorado. Y ya vimos que el electorado demanda ésto: peronismo, o variantes desteñidas del mismo peronismo básico. Cambios de forma, no de fondo.
ReplyDeleteLos que estamos en falsa escuadra somos nosotros.
Derecha, liberal y conservador son malas palabras en Argentina, también sucede que los periodistas no entrevistan casi nunca a políticos que no sean de izquierda porque, además de que ellos son de izquierda, no quieren ser acusados de derecha. Solo se juntan con kirchneristas y todas sus versiones light bajas calorías, o con delirantes tipo Pino Solana o Jorge Altamira.
ReplyDeleteNo hay que cargar las tintas sobre quien dice orgullosamente radical. ¿Que tiene en la cabeza un tipo asi? ¿Cual es la base racional de la actuación de los radicales en este asunto?
ReplyDeleteSí:
ReplyDelete1) Se han convertido en una neo-nobleza. En todo el mundo. A darle como en bolsa.
2) Son lo mismo que la puta sociedad que los parió (Ya sabemos quien es la madre cuando los puteamos). Si uno putea a la sociedad ¿por qué no los va a putear a ellos?
3) No son líderes. Es decir: capaces de ponerse al frente y, sin que sea mentira -me refiero a esos sacrificios que se le pidió a la población hasta los 90-, decirle a la gente: la situación es tal, se debe hacer esto y lo otro para conseguir tal cosa. (Si Churchil hubiese sido argentino hubiera transado con Hitler tranquilamente. De hecho hubo varios en el Reino Unido que iban por ese camino.)
¿Hubiesen sido reelectos dos veces haciendo algo que el pueblo desaprobara?
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