Apr 23, 2012

¿Tiene sentido seguir envenenándose?


¿Por el país, es decir por el destino del grupo de personas que habita Argentina? Yo creo que es una causa perdida, Argentina es un país con cáncer terminal, la metástasis populista está en todos los órganos. El deseo que se cure hace que veamos falsas mejoras en algunos momentos, alguna parte de la década del 90, la protesta del campo hace unos años, etc... Pero deberíamos dejarnos de engañar, nunca estuvo cerca de curarse, el populismo se lo llevó. Dejemos que este orden institucional muera, que implosione. El que puede verlo desde afuera, desde otro país, mejor, el que no que ahorre todo lo que pueda para pasar los largos inviernos que nos esperan. Una vez que muera, con lo que quede, habrá que construir otro país o varios otros países, desde cero.

8 comments:

  1. Esto es venezuela. El precio de la yerba: el Gobierno advirtió que hará "las clausuras necesarias"

    http://www.infobae.com/notas/643819-El-precio-de-la-yerba-el-Gobierno-advirtio-que-hara-las-clausuras-necesarias.html

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  2. Es lo que estoy esperando, la hecatombe final. Caminar por Roma incendiada. Un poco de caos siempre viene bien, en especial cuando se vive en un orden mentiroso, basado en la violencia y la opresión.

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  3. es asi. Como cuando las compañias de seguro te dan por "destruccion total" cuando te pegas un palo muy grande.
    La argentina ya califica para destruccion total. No hay chapista que la arregle.
    Hay que tirarla y comprar otra.
    Lastima que el seguro aca no paga.

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  4. Conozco gente que se dedica a cualquier cosa con tal de escapar de la realidad argentina.

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    1. Lo decía Abraham en el video que posteé el fin de semana -y lo decía sobre el clima de intolerancia al que disintiera que organizaron los K desde la presidencia del Néstor-: Te vas a pescar a Entre Ríos o te dedicás a escribir un estudio sobre Tintoretto.

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  5. Es una muy buena pregunta. Leer los diarios cada mañana, hacerse cargo de las noticias que llegan a uno por el medio que sea, sentir como el país que creíamos tener escapa de las manos y se pierde en el resumidero, es una manera bien directa de envenenarnos sin remedio. Habrá quiénes por su edad pueden pensar en lograr un retorno a la normalidad, pero los que ya no estamos en edad de esperanzarnos nos mordemos el labio inferior y sentimos que seguir luchando no tiene demasiadas posibilidades de éxito y, sin embargo, no se puede abandonar la pelea.
    Sabemos, porque la historia lo enseña, que más tarde o más temprano, la cosa se ha de enderezar, pero el tiempo que tarde en producirse la normalización, hará que muchos de nosotros no lleguemos a ver el reverdecer de la naturaleza.

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    1. Es así, Miguel. A muchos no nos da el tiempo vital.
      La perspectiva de envejecer y morir en esta Argentina -o, inclusive, viéndola desde afuera, después de haber vivido y esperado otra cosa de ella- es espantosa.
      Lo peor es ver a la gente de la generación de uno festejando la destrucción -porque no nos equivocamos y no es otra cosa que una destrucción.

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