El kirchnerismo es una empresa imaginaria que persigue el logro de fines imaginarios. Las medidas de gobierno que afectan a lo real son consideradas positivas, no por su incidencia en ese campo, sino en tanto que satisfacen la realización de aquellos fines imaginarios.
El kirchnerismo, como forma actual, emergente del peronismo, es un fenómeno de análisis psico-social, antes que político y económico. Su existencia tiene como base sustentadora y generadora la supuesta compensación de una carencia psíquica en los sujetos y no la producción de medidas efectivas para solucionar los problemas socio-político-económicos de sus simpatizantes.
Don Freeman
Firmo abajo, DF.
ReplyDeleteTotalmente!!!
ReplyDeleteBTW ustedes tenían este costado cómico de gioja?
http://www.cronista.com/contenidos/2012/05/17/noticia_0023.html
A la mier..., muy cierto DF, adhiero, es patológico.
ReplyDeleteNo me gustan las teorías conspirativas, pero estoy cada vez más convencido de que existe una ‘inteligentzia’ vernácula de ingeniería social que capta estas patologías sociales y hace aplicar las medidas políticas que refuercen esos comportamientos.
ReplyDeleteComo bien señalaba Don Pero, el populismo es una adicción, y esa ‘inteligentzia’ es la que recomienda a los ‘dealers’ políticos qué droga administrar según las circunstancias.
Mi impresión es que la Argentina no vivencia un caos natural (que sería el producto de la interacción voluntaria de fuerzas libres), sino que padece de uno inducido (a través del aparato de Estado peronista). Un caos que de ese modo no es fuente de creatividad y riqueza, sino generador de anomia, confusión, impotencia, pobreza y en definitiva, de violencia.
Gus VF