Que los “empresarios” argentinos, de los cuales Mendicurren es un exponente destacadísimo, me revuelven el estómago.
Pero, siendo justos, hay que decir que esta gente no tiene la culpa.
La obligación de todo empresario que se precie de tal es maximizar los beneficios de los dueños de la empresa que manejan, sean propietarios directos o accionistas. En ese sentido, no les queda otra que adaptarse a las reglas de juego que imponen los burócratas en los tres niveles de gobierno/estado, por más disparatadas que sean. El que se adapte más rápido es el que obtendrá mayores beneficios.
El problema de los países a los que les va como Argentina es el corporativismo prebendario, una de las características distintivas del nacional socialismo. Un estado/gobierno siempre dispuesto a entregar a los consumidores y contribuyentes atados de pies y manos para que sean esquilmados por los empresarios allegados al poder.
Louis, llamar a estos delincuentes empresarios, es bastardear la palabra.
ReplyDeleteEs lo mismo que llamar al corporativismo economía de mercado.
Louis:
ReplyDeleteHay que empezar a pensar que empresarios y políticos son una misma clase con funciones distintas.
Desde que Bunge & Born dio un ministro de economía al menemismo eso está clarísimo.
Mucho más ahora.
De seguir así, dentro de 20 años, los políticos saldrán de las corporaciones empresarias, directamente. Votaremos Pepsi o Coca.
De Hecho, desde El Proceso los empresarios refugiaron a políticos en sus empresas, los que después actuaron en la democracia del 83 y en el menemismo... así hasta llegar hasta hoy.
De momento hay cierta división entre empresarios y políticos. En el futuro podrá no haberla. ¿O acaso el kirchnerismo no es otra cosa que un par de empresarios que coparon el Estado para posicionarse mejor en el mercado local? ¿Acaso la política económica no es el acomodamiento, a costa del bienestar general, del mercado, a fin de poder comprar y vender para el beneficio empresaria propio y de aliados?
Antes los empresarios compraban a los políticos. Ahora los políticos compran empresas. Ya no hay mucha diferencia. Bunge fue el padrino de Menem. Los Kirchner son su propios padrinos.
Ninguna lástima: Mendicurren gobierna tanto como Kirchner, sólo que no tiene el cargo y la investidura.
Y los tontos creen que la solucion es mas Estado.
DeleteMe parece que lo que dice Louis se podría decir (y con carpa) de los empresarios pymes, pero de los que realmente cortan el bacalao, la situación es la que describe DF. Este gobierno a infiltrado a todos los directorios de las grandes empresas. Son el gobierno. Y esto en realidad viene siendo más o menos así desde Agostino Rocca (colaborador de Mussolini) con Perón.
ReplyDeleteGus VF