Más allá de demostrar descontento, me imagino que nadie cree que es posible defender con protestas a cacerola batiente lo que no supieron, no pudieron o no quisieron defender con el voto.
Por empezar, hay serias dudas de la limpieza de las elecciones del año pasado. Recordá que pocos días después, se quemaron las urnas de la provincia de Buenos Aires guardadas en un viejo galpón de La Plata, y era el distrito que se había cuestionado.
Tampoco podemos suponer que quienes protestan, estaban entre quienes votaron a Kristina.
Es gente principalmente de clase media, hastiada de este gobierno, de la corrupción, la arbitrariedad, la inseguridad, del discurso kirchnerista, y creo que un revulsivo fue el reportaje a Anibal Fernandez.
Tal vez muchos de los que protestan están convencidos de la bondad de la línea de bandera y muchas cosas del discurso nacionalista-populista, pero en la clase media, por lo menos en una cantidad importante, están aún los valores del orden, el trabajo, el ahorro, la República.
Es una protesta auténtica, y que seguramente pone muy nerviosa a Kristina. Néstor Kirchner se volvió loco cuando tuvo algún cacerolazo, y envió a Moreno, a D’ Elia a asustar a la gente con patotas.
Lo que es muy probable, es que ahora ocurra algo similar: el envío de huestes salvajes que ataquen y aun ocasionen cuando menos heridos entre los manifestantes.
Saben que la clase media valora la vida, y no se arriesgará a nuevas protestas como si lo haría un piquetero.
Pedro, lamento no compartir tu visión de la clase media argentina. Seguramente hay mucho de lo que describes, pero a la distancia me queda la sensación de que uno de los principales motivos de la protesta es la etapa en que el populismo se queda sin caja para repartir.
Sí. La gente salió muy bien a la calle, con seriedad. No sabían exactamente contra qué protestaban. Protestaban, básicamente, contra el atropello autoritario de la señora presidente y sus huestes. Y, efectivamente, se retiraron cuando se enteraron que venían de la villa las SA Kirchneristas. Fue una demostración de que no están dispuestos a dejarse avasallar. No fueron a tomar el Palacio de Invierno -que, por otra parte, está en Kalafate. Esa gente es una parte importante de la que define una elección con su voto. Qué pasará ahora, cómo, cuándo... está por verse. El gobierno sabe que tiene que ratificarse periódicamente en elecciones. El estulto De La Rua se defecó en el mensaje de la abstención masiva de las elecciones de octubre, así le fue fácticamente en diciembre. La gente no quiere otro 2001, va a buscar un cambio democrático. El gobierno aspira a seguir cubriendo las expectativas. De hecho ya transa con el dólar. Creyendo estúpidamente su propio discurso de que esa gente sólo se movilizó por el billete verde. Pero se movió. No son radicales, son peronistas. Tiene viveza. Saben que la clase media tiene otros valores que tienen que satisfacer si quieren contar con ella. Espero se den cuenta que hacia Cuba no pueden avanzar. Mientras tanto la cosa va a estar movida. Va a ver protestas y marchas de apoyo, grupos de tareas kirchneristas, difamaciones y mucho "fog of war" saliendo de los buques del poder. Estamos en un momento bisagra. O se detienen o "van por todo". La gente hace lo que puede, como puede; no son brigadas de combate, es gente común y corriente, sin militancia, ni ideología, que reaccionó ante el atropello.
¿Qué cambió en el país de las últimas elecciones a ahora? ¿Los electores nacionales y populares cuentan con información adicional que no era pública antes sobre la viuda y su banda, sus ideas y propuestas? Para nada. El cambio tiene que ver con que se empiezan a sentir con mayor claridad las consecuencias del "modelo".
La verdad se ve en el verde césped (como decía Labruna), y a la hora de votar eligieron a la yegua. El "no sabía que iba a hacer esto" no sirve como excusa. En cuanto se les pase la bronca vuelven a votarla.
Los que votaron sabían muy bien de un posible fraude y así y todo fueron cómplices. Es jodido admitir que son los que menos le toca de la torta, o pior, les sacan.
Hay un cambio en la gente. Y pasa por tener la sensación de que el gobierno ha llegado a un límite, más allá e inclusive no se le puede permitir de avanzar.
No es tiempo de cinismosmos, de resentimientos o de posiciones de superioridad. No, al menos, para quienes vivimos o dependemos de algún modo del país.
Sí: La gente reacciona cuando se tocan "sus" intereses ¿No es eso válido?
La gente no tiene una visión solidaria, ni siquiera tiene conocimientos sobre lo que es una república o el funcionamiento racional de la economía.
Creo que dado el carácter instintivo, emocional, poco intelectual para lo político y económico, del argentino, el aprendizaje se da cuando hay un gran shock a posteriori, donde se descubre el desastre pasado. Nadie va a sentarse a recapitular la historia y ver qué, cómo y cuándo se hizo mal. Se va a rechazar de plano el modelo. Y, por supuesto, nadie va a reconocer responsabilidades propias.
Igual la situación de ahora no es la misma de siempre. OK, se afanó, se dilapidó, se confiscó. Pero hoy es peor: mediante un tecnicismo no podés salir del país. Ya desde marzo, cuando empezaron a cambiar los requisitos de la documentaicón para salir, y después le dieron un saque al valor de los pasaportes, ya se empezó a enrarecer el aire. Pero hoy estás en las manos de estos energúmenos para algo tan simple como hacer un viaje afuera. Para mí se volvió inaceptable para gente que no se lo veía venir.
Eso del proceso de aprendizaje en Argentina no funciona. No se aprendió nada de la violencia de los setenta, ni de la inflación, no de lo que eran las empresas publicas, ni de nada ... Es como en la cancion de Maria Elena Walsh, "El País del No Me Acuerdo ". Una crisis, un shock, no es suficiente, pues viene otro politico que se disfraza de otro color y vuelve a vender los mismos espejitos de colores, y se los compran. Algunos piensan que solo cuando haya una guerra, muchos muertos, hambrunas, tal vez cambie la mentalidad, pero, demás de ser una hipotesis dramatica, nada garantiza que sea asi.
Louis:
ReplyDeleteNo creo que sea blanco o negro.
Por empezar, hay serias dudas de la limpieza de las elecciones del año pasado. Recordá que pocos días después, se quemaron las urnas de la provincia de Buenos Aires guardadas en un viejo galpón de La Plata, y era el distrito que se había cuestionado.
Tampoco podemos suponer que quienes protestan, estaban entre quienes votaron a Kristina.
Es gente principalmente de clase media, hastiada de este gobierno, de la corrupción, la arbitrariedad, la inseguridad, del discurso kirchnerista, y creo que un revulsivo fue el reportaje a Anibal Fernandez.
Tal vez muchos de los que protestan están convencidos de la bondad de la línea de bandera y muchas cosas del discurso nacionalista-populista, pero en la clase media, por lo menos en una cantidad importante, están aún los valores del orden, el trabajo, el ahorro, la República.
Es una protesta auténtica, y que seguramente pone muy nerviosa a Kristina. Néstor Kirchner se volvió loco cuando tuvo algún cacerolazo, y envió a Moreno, a D’ Elia a asustar a la gente con patotas.
Lo que es muy probable, es que ahora ocurra algo similar: el envío de huestes salvajes que ataquen y aun ocasionen cuando menos heridos entre los manifestantes.
Saben que la clase media valora la vida, y no se arriesgará a nuevas protestas como si lo haría un piquetero.
Coincido ciento por ciento.
DeletePedro, lamento no compartir tu visión de la clase media argentina. Seguramente hay mucho de lo que describes, pero a la distancia me queda la sensación de que uno de los principales motivos de la protesta es la etapa en que el populismo se queda sin caja para repartir.
DeleteSí. La gente salió muy bien a la calle, con seriedad. No sabían exactamente contra qué protestaban. Protestaban, básicamente, contra el atropello autoritario de la señora presidente y sus huestes.
ReplyDeleteY, efectivamente, se retiraron cuando se enteraron que venían de la villa las SA Kirchneristas.
Fue una demostración de que no están dispuestos a dejarse avasallar. No fueron a tomar el Palacio de Invierno -que, por otra parte, está en Kalafate.
Esa gente es una parte importante de la que define una elección con su voto.
Qué pasará ahora, cómo, cuándo... está por verse.
El gobierno sabe que tiene que ratificarse periódicamente en elecciones.
El estulto De La Rua se defecó en el mensaje de la abstención masiva de las elecciones de octubre, así le fue fácticamente en diciembre.
La gente no quiere otro 2001, va a buscar un cambio democrático.
El gobierno aspira a seguir cubriendo las expectativas.
De hecho ya transa con el dólar. Creyendo estúpidamente su propio discurso de que esa gente sólo se movilizó por el billete verde. Pero se movió. No son radicales, son peronistas. Tiene viveza. Saben que la clase media tiene otros valores que tienen que satisfacer si quieren contar con ella. Espero se den cuenta que hacia Cuba no pueden avanzar.
Mientras tanto la cosa va a estar movida. Va a ver protestas y marchas de apoyo, grupos de tareas kirchneristas, difamaciones y mucho "fog of war" saliendo de los buques del poder.
Estamos en un momento bisagra. O se detienen o "van por todo".
La gente hace lo que puede, como puede; no son brigadas de combate, es gente común y corriente, sin militancia, ni ideología, que reaccionó ante el atropello.
Va a haber, Don Freeman, no: va a ver.
DeleteSíp. Gracias. Confusión entre "haber" y "ver" implicados en la frase.
Delete¿Qué cambió en el país de las últimas elecciones a ahora? ¿Los electores nacionales y populares cuentan con información adicional que no era pública antes sobre la viuda y su banda, sus ideas y propuestas? Para nada. El cambio tiene que ver con que se empiezan a sentir con mayor claridad las consecuencias del "modelo".
DeleteLa verdad se ve en el verde césped (como decía Labruna), y a la hora de votar eligieron a la yegua. El "no sabía que iba a hacer esto" no sirve como excusa. En cuanto se les pase la bronca vuelven a votarla.
ReplyDeleteLos que votaron sabían muy bien de un posible fraude y así y todo fueron cómplices.
ReplyDeleteEs jodido admitir que son los que menos le toca de la torta, o pior, les sacan.
Hay un cambio en la gente. Y pasa por tener la sensación de que el gobierno ha llegado a un límite, más allá e inclusive no se le puede permitir de avanzar.
ReplyDeleteNo es tiempo de cinismosmos, de resentimientos o de posiciones de superioridad. No, al menos, para quienes vivimos o dependemos de algún modo del país.
Sí: La gente reacciona cuando se tocan "sus" intereses ¿No es eso válido?
La gente no tiene una visión solidaria, ni siquiera tiene conocimientos sobre lo que es una república o el funcionamiento racional de la economía.
DF, pero por supuesto, ya lo dije por acá. Bienvenido sea el hartazgo, por el motivo que sea. Hay que sacarse a esta gente de encima.
DeleteMi preocupación tiene que ver con el proceso de aprendizaje que tiene necesariamente que darse si la idea es que no pase nunca más.
Creo que dado el carácter instintivo, emocional, poco intelectual para lo político y económico, del argentino, el aprendizaje se da cuando hay un gran shock a posteriori, donde se descubre el desastre pasado.
DeleteNadie va a sentarse a recapitular la historia y ver qué, cómo y cuándo se hizo mal. Se va a rechazar de plano el modelo. Y, por supuesto, nadie va a reconocer responsabilidades propias.
Igual la situación de ahora no es la misma de siempre.
DeleteOK, se afanó, se dilapidó, se confiscó.
Pero hoy es peor: mediante un tecnicismo no podés salir del país.
Ya desde marzo, cuando empezaron a cambiar los requisitos de la documentaicón para salir, y después le dieron un saque al valor de los pasaportes, ya se empezó a enrarecer el aire.
Pero hoy estás en las manos de estos energúmenos para algo tan simple como hacer un viaje afuera.
Para mí se volvió inaceptable para gente que no se lo veía venir.
Eso del proceso de aprendizaje en Argentina no funciona.
ReplyDeleteNo se aprendió nada de la violencia de los setenta, ni de la inflación, no de lo que eran las empresas publicas, ni de nada ...
Es como en la cancion de Maria Elena Walsh, "El País del No Me Acuerdo ".
Una crisis, un shock, no es suficiente, pues viene otro politico que se disfraza de otro color y vuelve a vender los mismos espejitos de colores, y se los compran.
Algunos piensan que solo cuando haya una guerra, muchos muertos, hambrunas, tal vez cambie la mentalidad, pero, demás de ser una hipotesis dramatica, nada garantiza que sea asi.