¿Y le van a poner el cartelito que avise -esta imagen ha sido retocada... etc.- al paseante en los afiches de la vía pública en la Ciudad de Buenos Aires, como marca la ley que comentamos antes?
Si no dijera las sandeces que dice, si no hiciera las atrocidades que hace, si no actuara lo mal que actúa en cada oportunidad que se le presenta, no la veríamos ni tan fulera, ni tan esperpéntica ni tan desagradable.
Creo que no tiene que ver con lo estético en sí mismo -más vulgar o menos vulgar es circunstancial- sino con lo que se nos representa al ver ese exponente, en este caso su cara, sus gestos, su (exceso o falta de) maquillaje, o al oír su voz.
Estoy segura de que si esta mujer no tuviera el cargo que detenta -que tan mal desempeña y con el que está haciendo tan grande daño- y fuera la presentadora de un programa televisivo de mascotas o máquinas para cortar pastas (o pasto, cualquier cosa, lo que sea, menos funcionaria pública), es decir, si fuera inofensiva, no nos generaría tanto rechazo ni sentiríamos esa aversión inmediata que nos invade cada vez que la vemos o la escuchamos. Y lo que es peor, eventualmente y en contadas ocasiones, hasta podríamos llegar a encontrarla simpática.
¿Y le van a poner el cartelito que avise -esta imagen ha sido retocada... etc.- al paseante en los afiches de la vía pública en la Ciudad de Buenos Aires, como marca la ley que comentamos antes?
ReplyDeleteSe ve horrible en ambas fotos.
ReplyDelete¿Califica?
ReplyDeletePara romperle el culo?
DeleteSi no dijera las sandeces que dice, si no hiciera las atrocidades que hace, si no actuara lo mal que actúa en cada oportunidad que se le presenta, no la veríamos ni tan fulera, ni tan esperpéntica ni tan desagradable.
ReplyDeleteCreo que no tiene que ver con lo estético en sí mismo -más vulgar o menos vulgar es circunstancial- sino con lo que se nos representa al ver ese exponente, en este caso su cara, sus gestos, su (exceso o falta de) maquillaje, o al oír su voz.
Estoy segura de que si esta mujer no tuviera el cargo que detenta -que tan mal desempeña y con el que está haciendo tan grande daño- y fuera la presentadora de un programa televisivo de mascotas o máquinas para cortar pastas (o pasto, cualquier cosa, lo que sea, menos funcionaria pública), es decir, si fuera inofensiva, no nos generaría tanto rechazo ni sentiríamos esa aversión inmediata que nos invade cada vez que la vemos o la escuchamos.
Y lo que es peor, eventualmente y en contadas ocasiones, hasta podríamos llegar a encontrarla simpática.
Fiura, què generosa sos! Yo, por mas que lo intento, no puedo imaginarmela de otra manera: un ente realmente repugnante.
DeleteEmma Peel
Ay, caramba... es el cuco adecuado para asustar a los chicos.
ReplyDeleteLa vendedora de los infomerciales de Sprayette que llegó a presidente.
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