Yo estaba laburando y terminando mi carrera universitaria. Me acuerdo perfectamente de esos días. Mucha gente, sobre todo de clase media para abajo, estaba verdaderamente hecha pedazos y como si se le hubiera muerto su propio padre. En cambio, otros muchos no podían exteriorizar en la calle la gigantesca alegría que sentían.
Visto con la perspectiva que dan los años, el discurso de Balbín en el Congreso despidiendo los restos de Perón fue el mejor de toda su carrera. Balbín temía por el futuro que se veía venir en manos de Isabel.
Blablin era un radical inútil como todos los radicales, reconciliación las pelotas, estuviste preso! preso! no podes perdonar a los tiranos, no hay reconciliación posible con los nazis, son ellos o nosotros.
Es esa tibieza, blandura y oportunismo que hace a los argentos tan despreciables. El Segundo Tirano tendría que haber muerto en esa cañonera paraguaya, pero no tuvieron, como siempre, las pelotas para hacerlo. Lástima que palmó y nos dejó a la cría.
Martín, me permito disentir con tu opinión sobre Balbín y los radicales de su época en general. Y soy de la generación que los vió de cerca aunque los agarré ya jovatos a Balbín, Frondizi, Perette Illia, etc, pero mi padre era su contemporáneo y mi bisabuelo, político conservador, fue su rival constante, pero nunca su enemigo personal porque se respetaban.
Ese Radicalismo podrá estar totalmente equivocado respecto a su idea del mundo y, especialmente, de la economía, pero eran personas ilustradas, con conciencia cívica, y sumamente honestas en el manejo de los caudales públicos.
Esa honestidad hoy no existe, pero era habitual entre Radicales, Socialistas, Demócratas Progresistas e, incluso, muchos Conservadores ya que no todos fueron corruptos.
Me podrás decir que sus políticas económicas costaron muchísimo dinero a los contribuyentes, pero ninguno de ellos salió rico de la función pública. Al contrario, los viejos radicales solían terminar sus días bastante más pobres que cuando empezaron su función pública. Ese valor de honestidad en el manejo de los fondos públicos era absolutamente imprescindible para hacer carrera política en la Argentina pre-peronista, aunque no les temblara la mano para hacer fraude patriótico o planear revoluciones para voltear gobiernos. Eran pocos los escándalos de negociados que involucraran a Intendentes o Gobernadores radicales ya que eran figuras bien conocidas de sus ciudades por su trayectoria previa como abogados, médicos, ingenieros, comerciantes o estancieros.
Y el discurso de Balbín en ese momento concreto de la muerte de Perón buscaba pacificar un país que estaba a punto de matarse ante la mirada bovina de la inmensa mayoría.
Nicolás, actuá alguna vez y comprometete con algo antes de hablar sobre dureza, bocón que te borrás de todo y metés a todos en la misma bolsa sin saber con quién ni de quién estás hablando.
Ese gran país del que usted habla, Enmascarado, y del que algunos tenemos un recuerdo, un residuo de memoria, desgraciadamente ya no existe más. Lo hicieron mierda a partir del 30. Y cada vez peor. Hoy no nos matamos porque el contexto internacional no da. En los 70 sí. Pero el odio y la bajeza que hay a nivel políticos son tremendos. Humanamente despreciables.
Se murió el perro pero no la rabia. Fiesta va a ser cuando tengamos una República. Mientras tengamos máximos, florkeys, antonitos y zulemitas no hay esperanza alguna. 500 colgados en la plaza alcanza? 1500 si sumamos los aníbales y los amados y los fernández y los carrés y los morenos y los parientes testaferros y los amigos... Me quedo corto, no? Como creen que se resuelve esto? negociando con quienes se nos cagan de risa en la cara?
Yo brindé en familia durante el almuerzo del día en que crepó el totuér. El brindis fue por días mejores que seguramente vendrían. Iluso. Como de costumbre, mi error y el de otros antes fue pensar que la culpa está en nuestros gobernantes, pero no. Somos nosotros.
El viejo chéspir tenía razón cuando en Julio César le hizo decir a Cassius:
The fault, dear Brutus, is not in our stars but in ourselves.
¿¡Qué!? ¿Que se murió Perón? Pero por favor... no digan pavadas, no desinformen al Pueblo... si este país es cada vez más peronista!
Gran alegría familiar. Leíamos La Prensa, le hicieron un obituario algo así como "Murió Perón, su lema fue 5x1, al enemigo ni justicia, distribuiremos alambre de fardar para ahorcar a nuestros enemigos, etc., etc." Fue famoso, incluso internacionalmente, porque en la historia del periodismo hasta ese entonces pocas veces se le habían dedicado palabras así a un presidente recién muerto.
No se alegren por la muerte del tirano al que no derrocaron. Es una afirmación de la propia impotencia. No hay ningún mérito en ello. Significa que la naturaleza hizo la obra que uno no supo hacer. Y que, establecida la tiranía, otros continuarán la labor del tirano, ya que uno no está haciendo nada en contrario.
¡Qué día fue ese! Se veía mucho dolor entre muchísima gente y, al mismo tiempo, gran alegría entre otros.
ReplyDeleteLo que recuerdo bien es que sentí un gran cagazo por lo que se podía venir a partir de ese día.
Estaba en la primaria, me acuerdo del llanto de la maestra y de algunos compañeritos. Mi familia era antiperonista.
ReplyDeleteYo estaba laburando y terminando mi carrera universitaria. Me acuerdo perfectamente de esos días.
DeleteMucha gente, sobre todo de clase media para abajo, estaba verdaderamente hecha pedazos y como si se le hubiera muerto su propio padre. En cambio, otros muchos no podían exteriorizar en la calle la gigantesca alegría que sentían.
Visto con la perspectiva que dan los años, el discurso de Balbín en el Congreso despidiendo los restos de Perón fue el mejor de toda su carrera. Balbín temía por el futuro que se veía venir en manos de Isabel.
Ojalá hubiera vivido para terminar su mandato.
DeleteBlablin era un radical inútil como todos los radicales, reconciliación las pelotas, estuviste preso! preso! no podes perdonar a los tiranos, no hay reconciliación posible con los nazis, son ellos o nosotros.
DeleteEs esa tibieza, blandura y oportunismo que hace a los argentos tan despreciables.
DeleteEl Segundo Tirano tendría que haber muerto en esa cañonera paraguaya, pero no tuvieron, como siempre, las pelotas para hacerlo. Lástima que palmó y nos dejó a la cría.
Martín, me permito disentir con tu opinión sobre Balbín y los radicales de su época en general. Y soy de la generación que los vió de cerca aunque los agarré ya jovatos a Balbín, Frondizi, Perette Illia, etc, pero mi padre era su contemporáneo y mi bisabuelo, político conservador, fue su rival constante, pero nunca su enemigo personal porque se respetaban.
DeleteEse Radicalismo podrá estar totalmente equivocado respecto a su idea del mundo y, especialmente, de la economía, pero eran personas ilustradas, con conciencia cívica, y sumamente honestas en el manejo de los caudales públicos.
Esa honestidad hoy no existe, pero era habitual entre Radicales, Socialistas, Demócratas Progresistas e, incluso, muchos Conservadores
ya que no todos fueron corruptos.
Me podrás decir que sus políticas económicas costaron muchísimo dinero a los contribuyentes, pero ninguno de ellos salió rico de la función pública. Al contrario, los viejos radicales solían terminar sus días bastante más pobres que cuando empezaron su función pública.
Ese valor de honestidad en el manejo de los fondos públicos era absolutamente imprescindible para hacer carrera política en la Argentina pre-peronista, aunque no les temblara la mano para hacer fraude patriótico o planear revoluciones para voltear gobiernos. Eran pocos los escándalos de negociados que involucraran a Intendentes o Gobernadores radicales ya que eran figuras bien conocidas de sus ciudades por su trayectoria previa como abogados, médicos, ingenieros, comerciantes o estancieros.
Y el discurso de Balbín en ese momento concreto de la muerte de Perón buscaba pacificar un país que estaba a punto de matarse ante la mirada bovina de la inmensa mayoría.
Nicolás, actuá alguna vez y comprometete con algo antes de hablar sobre dureza, bocón que te borrás de todo y metés a todos en la misma bolsa sin saber con quién ni de quién estás hablando.
Cuentan que mi abuelo, cuando se enteró, dijo "Muerto el perro, se acabó la rabia." Que equivocado estaba, el pobre tano.
DeleteEse gran país del que usted habla, Enmascarado, y del que algunos tenemos un recuerdo, un residuo de memoria, desgraciadamente ya no existe más. Lo hicieron mierda a partir del 30. Y cada vez peor.
DeleteHoy no nos matamos porque el contexto internacional no da. En los 70 sí. Pero el odio y la bajeza que hay a nivel políticos son tremendos. Humanamente despreciables.
Mi viejo hizo una fiesta, no es joda, hizo una fiesta.
ReplyDeleteHoy cumple años mi exsuegro, que aprovechò en su momento y festejò su cumpleaños con bombos y platillos.
ReplyDeleteSe murió el perro pero no la rabia.
ReplyDeleteFiesta va a ser cuando tengamos una República.
Mientras tengamos máximos, florkeys, antonitos y zulemitas no hay esperanza alguna.
500 colgados en la plaza alcanza?
1500 si sumamos los aníbales y los amados y los fernández y los carrés y los morenos y los parientes testaferros y los amigos...
Me quedo corto, no?
Como creen que se resuelve esto? negociando con quienes se nos cagan de risa en la cara?
Cuando dejás morir a un tipo así por causas naturales, aguantate vivir como vivís hoy.
ReplyDeleteYo brindé en familia durante el almuerzo del día en que crepó el totuér. El brindis fue por días mejores que seguramente vendrían. Iluso. Como de costumbre, mi error y el de otros antes fue pensar que la culpa está en nuestros gobernantes, pero no. Somos nosotros.
ReplyDeleteEl viejo chéspir tenía razón cuando en Julio César le hizo decir a Cassius:
The fault, dear Brutus, is not in our stars but in ourselves.
¿¡Qué!? ¿Que se murió Perón? Pero por favor... no digan pavadas, no desinformen al Pueblo... si este país es cada vez más peronista!
ReplyDeleteGran alegría familiar. Leíamos La Prensa, le hicieron un obituario algo así como "Murió Perón, su lema fue 5x1, al enemigo ni justicia, distribuiremos alambre de fardar para ahorcar a nuestros enemigos, etc., etc." Fue famoso, incluso internacionalmente, porque en la historia del periodismo hasta ese entonces pocas veces se le habían dedicado palabras así a un presidente recién muerto.
Gus VF
No se alegren por la muerte del tirano al que no derrocaron. Es una afirmación de la propia impotencia. No hay ningún mérito en ello. Significa que la naturaleza hizo la obra que uno no supo hacer. Y que, establecida la tiranía, otros continuarán la labor del tirano, ya que uno no está haciendo nada en contrario.
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