¿Cómo decían el otro día? Los hicieron optar entre entregar la dignidad o hacerle la guerra al gobierno. Optaron por entregar su dignidad, y ahora el gobierno les hace la guerra:
En el momento de mayor intervencionismo del Gobierno sobre la actividad privada y de menos respeto por el derecho de propiedad, la dirigencia empresarial habla poco y nada sobre la cadena de arbitrariedades oficiales. Prevalece el temor a las represalias. Se termina imponiendo la lógica que traslucía un viejo eslogan del último régimen militar de la Argentina, "El silencio es salud", que identificaba una supuesta campaña de bien público con nefastas connotaciones.
No hay absoluta inocencia en los representantes del empresariado. Su silencio puede relacionarse a veces con el miedo a perder un subsidio, una prebenda o una contratación con el sector público, y muchas veces con la convicción de que no podrían enfrentar una inspección impositiva de la AFIP.
Siguen los parecidos con la dictadura del 76 que tanto repudiaban.
El capital tiene tendencia a la cobardía, acá quieren romper records mundiales.
ReplyDeleteEsto no es capital sino prebenda.
DeleteOjalá solo se tratara solo de los grandes prebendarios (potenciales prebendarios)
ReplyDeleteEl problema es que la lógica de ese miedito-complicidad, está en la sociedad toda. A nivel municipal también.