Aquello de que no debo pedir carne de vaca en un restaurante. Ni siquiera en uno supuestamente especializado en carne. Es la cruz que hay que cargar por haber estado expuesto toda la vida a la abundancia y la calidad con la que se consumía (y me imagino todavía se consume) en Argentina.
Ojo, estoy hablando de establecimientos gastronómicos de Québec, NO de EE.UU. donde sí comí de primera a precios MUY razonables.
Pero la necesidad es más fuerte y la vez pasada fuimos a un restaurante especializado en carne de vaca (steakhouse en inglés). Una recontradefecada, para hablar en términos culinarios. El tamaño de las porciones sería un insulto o una broma de muy mal gusto en una fonda al paso de terminal de pueblo del interior profundo en Argentina y hay que pedir todo casi crudo para que no te rompa los dientes.
En fin, mejor les sigo dando sin asco a los camarones y los langostinos.
No se si te enteraste: hace varios años que los K. arruinaron la producción de carne vacuna en la Argentina.
ReplyDelete"... estoy hablando de establecimientos astronómicos de Québec..."
ReplyDeletePero m'hijo...! Cómo no va a comer mal si en vez de ir a un restaurant se me va al Observatorio...
Bromas aparte y hablando en serio, estoy totalmente de acuerdo. La carne acá es de utilería. Por más que pagues caro, una bazofia.
Sonríe, Paul McCartney te ama.
ReplyDeleteQué locura.
ReplyDeleteAcá te comés unos jugosos bifachos cocidos al punto que quieras, por 20 dólares promedio (con salad y side dish).
Don't have a cow, man !
ReplyDeleteLouis, hace muchos años, en ocasión en que me mandaran a un curso en Toronto, recuerdo (eran épocas indignas del 1 a 1 así que todo nos salía barato afuera, aparte que pagaban los viáticos), recuerdo vívidamente que me devoraba diariamente un enoooorme steak con papas fritas (eso sí, con cáscara, muy buenas) y verduras al vapor, de carne e4spectacular. Claro, que era en la zona angloparlante, indigna.
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