Parece mentira, pero acá en Québec, que tienen ese sistema desde siempre, hay mucha gente que considera que la vanguardia, lo verdaderamente moderno, progresista y solidario sería pasar a un sistema proporcional – es decir, de lista completa, como en Argentina – por lo menos de forma parcial, combinado con uno uninominal, y hacer que la emisión del voto sea obligatoria para combatir tasas de participación que apenas superan el 50%.
Qué irónica la vida.
Encargate de advertirles, Louis. Porfa :)
ReplyDeleteNo te creen, piensan que exageras, que los problemas de los países a los que les va como Argentina tiene que ver con un déficit de estado/gobierno.
DeleteY bue..."el sentido común es el menos común de los sentidos", querido amigo.
DeleteAcá en Argentina más que al sistema habría que cambiar a los votantes.
ReplyDeleteAvisa cuando abran la primera unidad básica en Montreal.
ReplyDeleteLuis: la solución no es tan sencilla. Perón instrumentó circunscripciones uninominales, dibujando su área geográfica para incluir la Recoleta en ámbitos más grandes donde también ganara el peronismo.
ReplyDeletePero dejando de lado las trampas y trampillas a que se presta el sistema que propones, conduce a un esquema profundamente antidemocrático, en que "winner takes all". Escapa a mi lógica aritmética y a mi sentido de justicia que la primera minoría o la mayoría designen a un representante, y al resto a nadie.
¿Qué ocurriría si en cada una de las circunscripciones ganara el kakismo? Los opositores se quedarían sin ninguna representación política.
Con sus defectos, creo que el mejor sistema es la representación proporcional, pero en áreas geográficas chicas, de forma de combinar las virtudes de la circunscripción uninominal -cercanía al electorado- con las de la representación plural, que permite a las minorías controlar a las mayorías.
Cabe una mezcla, como era el sistema de 1853-1860: cada provincia elegía un senador; y la Cámara de Diputados se designaba por representación proporcional.El presidente era electo por un Colegio Electoral, como hasta ahora en Estados Unidos.
Diseñar un sistema político que conjugue la eficiencia con la representatividad, el pluralismo y los contrapesos, no es un problema de fácil resolución.
El sistema de la COnstitución de1853-1860 era lo mejor que teníamos en todo. Pero era liberal, había que destruirlo. Aquí y así estamos.
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