Aug 28, 2012

Continuando con mi bizarra y pestilente tarea de destapador de pozos ciegos del peronismo

Y como continuación del post que Louis tuvo la amabilidad de destacar, tenemos otra respuesta no hallada en Internet a los dichos de J. L. Borges en una nota publicada en varios diarios argentinos en abril de 1971 (imperdible):

…esta vez por parte de la escritora MARTA LYNCH, acompañante de Perón en el vuelo que lo trajo de regreso, amante de Massera. Lancémosla al cyberespacio…

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“Entre las muchas desoladoras vergüenzas que plagan a la Argentina está sin duda la de tener a JLB como máximo escritor. En la carta se observan, con dolor, la adjetivación impecable, la deslumbrante redacción, junto a una estulticia tal que clama al cielo.”

“Durante una mesa redonda en la Hebraica fui rechazada por Borges violentamente, a causa de que un personaje de mi novela “La señora Ordóñez” –un personaje, no yo- hacía la defensa de su posición en el peronismo. La arrogancia, la brutalidad que utilizó me demostraron su trasfondo, la supuesta modestia del escritor que ha despreciado a las masas desposeídas de Latinoamérica.”

“No lo siento por él, que es caso perdido, sino por nosotros, por lo que pudo ser como artista. De todos modos, lo que dice no es memorable ni literaria ni políticamente. Y si analizamos su obra se advierte que nadie fue a buscar grandezas en el Aleph, sino tan sólo un juego de ajedrez. Lo serio lo buscamos en Cortázar o en Vargas Llosa.”

“Lástima que Borges carezca del atractivo infinito de su madre, de la que es una miniatura. Sin duda ella sería capaz de batallar mejor; al menos no reduciría el más importante movimiento de la historia argentina a un nivel de almaceneros y aguinaldos.”

MARTA LYNCH, escritora.

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Es como muy fuerte ¿no? Da tanta vergüenza ajena que a uno le empieza a dar, no sé… como una rara mezcla de náusea y de casi ternura… hizo bien en suicidarse en 1985, cuando JLB era ya una gloria indiscutida de las letras universales. Una gloria indiscutida salvo en Peronia, claro.

Otro que se sumó en aquella ocasión al corifeo de bárbaros para responder la nota de Borges fue el ahora viejo escriba peronista y puteador profesional DALMIRO SÁENZ, quien consultado al respecto contestó con este pensamiento de profundidad memorable: “Leí la carta de Borges. Decididamente, entre Jorge Luis y Graciela, prefiero a Graciela.”

Uno quisiera no tener que vérselas revolviendo estas pequeñas miasmas episódicas de la historia argentina, pero como seguimos gobernados por la misma mafia de aquel entonces, empeñada ahora en reivindicarse a sí misma distorsionando los hechos históricos, se hace necesario recuperar estas anécdotas, ausentes en la web, para que de aquí en más, y gracias a EOC, cuando alguien ‘googlée’ “MARTA LYNCH” o “DALMIRO SÁENZ” o “SINDICATO DE LUZ Y FUERZA” encuentre por lo menos algunos fragmentos de una verdad ocultada. Se hace necesario, repito, aunque esto no tenga más fuerza que la de un escupitajo a la aplanadora antes de que nos pase por encima.

Gus VF

10 comments:

  1. ¿Quién es Dalmiro Sáenz? Bah, ni me contesten, ya me imagino.
    La única vez que Marta Lynch hizo uso de su cerebro, fue cuando lo desparramó sobre la alfombra.

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  2. Es recurrente, sólo miserables obsecuentes son capaces de hablar así de un gran maestro.
    Pequeños bastardos obedientes a las dádivas de turno. Quien los va a recordar? otro peronista? que gran honor!

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  3. Bien que se suicidó, así no tenemos que pagarle hoy un subsidio culturoso por escritora. Qué carajo escribió Marta Lynch, a todo esto??

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    1. La carta de despedida antes de volarse los sesos.

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    2. +10 Klaus y anónimo!
      Una vez más, gracias Louis!

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  4. Marta Lynch (Nótese que es un apellido patricio argentino) escribió una muy buena novela sobre la inmundicia política argentina, "La alfombra roja". Recomendable para quien quiera acercarse a la suciedad de la casta política desde lo literario.
    Ni punto de comparación con Borges. Of course.

    Generalmente, cuando un artista defenestra sesgadamente a otro artista por su posición política es porque envidia su arte.

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    1. Ella se llamaba Marta Lía Frigerio, apellido famoso pero no patricio (fue secretaria de Frondizi) y el ‘Lynch’ lo adoptó como propio cuando se casó con el abogado Juan Manuel Lynch.

      Nunca la leí, no puedo opinar sobre su literatura pero… ¿es tan posible separar del todo una obra artística de la cosmovisión socio-política de su autor? Con los años me resulta cada vez más difícil hacer ese hiato, en tanto esa cosmovisión entraña una ética y por lo tanto, también una estética. Ya lo hemos comentado, Don Freeman, acerca por ej. de la ideología del multiculturalismo en el arte, y no me olvido de su jugosa frase “al no escucharse y valorarse a Beethoven se pierde el aparto jurídico de Occidente.”

      Hay una anécdota precisamente de Borges cuando una mujer se le acercó para hacerle autografiar un libro suyo diciéndole “Yo lo leo y lo admiro mucho, y aunque Ud. no lo crea, yo soy borgeana y peronista”, a lo que Borges le contestó “Eso es imposible, son dos conceptos antitéticos” (cito con mi mala memoria).

      Es cierto que la envidia hace decir cada cosa… pero por lo menos en esa ocasión se nota en ML una lisiadura mental y estética provocada por esa otra lisiadura moral que es el peronismo: “De todos modos, lo que dice no es memorable ni literaria ni políticamente. Y si analizamos su obra se advierte que nadie fue a buscar grandezas en el Aleph, sino tan sólo un juego de ajedrez. Lo serio lo buscamos en Cortázar o en Vargas Llosa.” Ay, ay, ay…

      Yo sé lo que es tocar en una de esas nacionalistas peñas folklóricas con o sin poncho. Con poncho te aplauden más, aunque toques peor.

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    2. Y si revolea el poncho la ovación es garantizada.

      No creo que personas como ML merezcan mayores comentarios.

      En cuanto a "los defenestradores", especies de "haters argentos" pero con menos potencia y un modo rebuscado -comparándolos con sus pares estadounidenses- siempre existen sobre cualquier figura.
      En el ámbito artístico son patéticos. Generalmente son figuras menores que el criticado que pretenden sobresalir sobre este no por sus propios méritos, de los cuales carecen, sino por medio de la defenestración, sobre todo en el campo político.

      Y no voy a hablar de los acomodos políticos que colocan a mediocres por encima de meritorios, sobre todo en el campo académico, ni mencionar el artístico, porque ese es otro tema que da para largo.

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  5. Aplausos de pie.
    Vir

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