La apoya la mayoría de los ecuatorianos, incluidos muchos de los que votan por Correa. La gente de a pie no quiere saber nada con volver a manejarse y ahorrar en una moneda bajo jurisdicción ecuatoriana.
Populistas y corporativistas, sí; giles, no.
Esa medida es el único motivo por el que, a pesar de los disparates políticos y económicos del régimen, no se ha disparado la inflación ni producido una caída importante del salario real.
Una confirmación (en versión letrinoamericana pero confirmación al fin) de la teoría subjetiva del valor. Si un país no es capaz de generar confianza en su propia moneda, es sano que adopte una ajena.
ReplyDeleteY hablando de adoptar… la posición de la señorita ecuatoriana de la foto, si bien habilita el apoyo incondicional de sus conciudadanos, su mirada no cesa en el empeño por conquistar un futuro prominente. Creo haber interpretado esta magnífica alegoría propuesta por Monsieur Louis.