El problema con esa postura es que las ideas y propuestas colectivistas – las del socialismo en cualquiera de sus variedades – no son producto de un análisis racional de la realidad ni de un proceso de prueba y error para descubrir qué funciona y qué no, o qué funciona mejor, sino de una mezcla MUY peligrosa de ignorancia, ideología y envidia y resentimiento y, por lo tanto, escapan a una refutación empírica.
Yo intento explicarles a la gente que me rodea por qué el populismo sólo lleva al fracaso y las mentiras del gobierno. Pero no están interesados, me dicen que es muy complicado, que no entienden. Ma' si, que se vayan a cagar, mongoloides perezosos.
ReplyDeleteYo me pregunto: ¿hay realmente alguna gran diferencia entre el populismo y el fundamentalismo religioso? Después de escuchar a la Subsecretaría de Defensa del Consumidor "justificando" lo injustificable e impunemente invirtiendo la carga de la prueba, creo que no hay ninguna diferencia...
ReplyDeleteEn cualquier caso, es evidente que los seres humanos sólo aprehendemos lo importante en base a la experiencia. Hasta que no fracase varias veces el populismo desenfrenado que en Argentina se llama peronismo y sus variantes, no vamos a poder avanzar.
ReplyDeleteLa señorita de la foto parece despechada y descolada.
ReplyDeleteMe parece que hasta que los argentinos no sufran los horrores de una dictadura socialista no van a desistir de la idea. Y van a quedar rezagos del tipo "con los K estábamos mejor". Simil a lo que pasó con las dictaduras militares 'de derecha': después del horror de El Proceso se abjuró de la salida dictatorial por vía del Partido Militar. Si la última dictadura militar hubiera sido una dictadura más, después de Alfonsín no seguía Menem, sino otro general de una larga lista.
En Rusia sufrieron el stalinismo y todavía los asola una manga de mafiosos que siguen en el poder. La diferencia tal vez es que safemos ya que allá había ejército y acá no. ¿En manos de quienes caeremos ante la huída de esta runfla después del fracaso?
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