La noticia de que la hija mayor del canciller Héctor Timerman mudó su fiesta de casamiento del balneario uruguayo de José Ignacio a la Argentina no es buena.
Confirma que seguirán adelante las malas políticas que llevaron al Gobierno a una espectacular falta de divisas. Son las políticas que primero causaron una crisis energética sin precedentes, que transformó a la Argentina en importador neto de productos energéticos justo en el momento en que los precios marcan récord. Allí se genera una sangría de divisas que llegaría a alrededor de 10 mil millones de dólares este año, según los cálculos de técnicos del sector.
El Gobierno intenta frenarla con una limitación de las libertades individuales, sin precedentes en la democracia. Ha prohibido la compra de moneda extranjera para ahorrar. Permite comprar cantidades ridículas de moneda extranjera a los viajeros al exterior, cuando no se lo impide. Y decide qué moneda puede comprar quien viaja. Además, amenaza con inmiscuirse en los resúmenes de tarjetas de crédito para vigilar las compras y gastos realizados en el exterior, en una muestra clara de que en la Argentina ha desaparecido por completo la confidencialidad de la información bancaria y el Ejecutivo la dispone sin la intervención de un juez. Como si se tratara de la guía telefónica.
La nota es buena porque toma distancia y pone en perspectiva la situación particular de Timerman.
ReplyDeleteHoy en el programa de benegas, dijeron que a Timerman lo re puteó la sra por la ocurrencia de festejar en punta del este. Es decir lo puso a nuestro nivel: no lo deja hacer un carajo y se tiene que comer los gritos igual. Pero ponernos contentos por su situación es ser cortos de vista, como muy bien nos dice oviedo. Te muestra claramente que a nosotros nos va a ir todavía peor.