Mi esperanza de ponerle algún límite a su proyecto totalitario es que reciban el repudio generalizado de la gente de a pie, que no puedan salir ni a comprar un paquete de Sugus confitados al quiosco de la esquina sin que les revoleen un tereso de perro por la cabeza.
(Gracias, anónimo)
La mayoría de las notas de La Nación tienen cerrados los comentarios. Que miedo que tienen.
ReplyDeleteAsí es, Carlos. Incluida esta: http://www.lanacion.com.ar/1514240-la-campora-habla-de-golpe-y-cuestiona-a-los-medios-por-informar-sobre-la-protesta
ReplyDelete¡Qué hato de imbéciles, por favor!
Igual, no hay que perder la cabeza con estas cosas: los amores y los odios de los argentos son siempre irracionales. Siempre están sometidos a alguna emoción elemental o violenta; si no es para entronizar a alguien, es para destruirlo.
ReplyDeleteNunca un sano proyecto de construcción social basado en sanos proyectos de construcción individual.
¿Se acuerdan como estabamos hace casi un año? Cuando la Yegua saco 54% de los votos y se vivia el apoteosis K, y todos cantaban Te Deum Laudamus a EL? Este pais es una picadors de carne.
ReplyDeleteGus VF, por supuesto que no hay que perder la cabeza, pero sospecho que puede haber cierto redescubrimiento del mensaje liberal si se sigue por estos derroteros. Especialmente si se lo enfoca del modo adecuado, enfatizando el hecho de que la famosa sociedad se construye de abajo hacia arriba y no al revés.
ReplyDeleteOjalá que así sea, leak.
DeleteQie hijos de putas! No se puede comentar en niguna nota de La Nacion.
ReplyDelete"Cristina alteró su rutina para esquivar la protesta de los prefectos"
ReplyDeleteY por mi dislexia yo leo:
"la vil Cristina alterada que se arruinó por protestas prefectos"
Ése es el título.
"Sugus confitados". Me mató la referencia. Hace años que no como una de las golosinas preferidas de mi niñez. Hoy me compro. Sí o sí.
ReplyDeleteNo deja de asombrarme la capacidad de los funcionarios de generar malhumor social día tras día. El Estado es el primer pagador en negro, el evasor serial más grande de la historia y resulta que yo, laburante de a pie, apenas puedo comrpar 370 euros para mi viaje de una semana por laburo a España. Y el argento promedio defiende el empleo público, porque "el privado es malo, tiene fin de lucro"...¡cómo si el Estado no! Nuestra vida está regida por unos imbéciles con cuotita de poder a los que tenemos que pedirles permiso, presentarles quinientos papeles firmados hoja por hoja (me pasó, es verídico el comentario) para que nos dejen ejercer empresa lícita. Los muy hijos de puta. Y encima te la venden de que defienden el bien común. Hijos de puta. Hijos de puta. Los odio.