Un caso así es absolutamente excepcional en cualquier país del mundo, realmente ese abogado debe ser un hombre brillante, con una enorme tenacidad y capacidad de trabajo.
Su Señoría es digno de admiración, sin duda alguna.
Detrás de la excepcionalidad de usía, está el ejemplo de institucionalidad del sistema judicial brasileño. Algo de lo que aquí, ni la prensa -ni la opinión pública- casi ni se ocupó y que es preocupante: Dilma mandó a juicio a todos sus ministros acusados de corrupción y la justicia brasilera los proceso y los condenó, pese a pertenecer al partido gobernante.
La ex-guerrillera Dilma es otro ejemplo a tener en cuenta, más que el ex-tornero y delincuente Lula.
Un caso así es absolutamente excepcional en cualquier país del mundo, realmente ese abogado debe ser un hombre brillante, con una enorme tenacidad y capacidad de trabajo.
ReplyDeleteSu Señoría es digno de admiración, sin duda alguna.
Por supuesto.
DeleteDetrás de la excepcionalidad de usía, está el ejemplo de institucionalidad del sistema judicial brasileño. Algo de lo que aquí, ni la prensa -ni la opinión pública- casi ni se ocupó y que es preocupante: Dilma mandó a juicio a todos sus ministros acusados de corrupción y la justicia brasilera los proceso y los condenó, pese a pertenecer al partido gobernante.
La ex-guerrillera Dilma es otro ejemplo a tener en cuenta, más que el ex-tornero y delincuente Lula.