Nov 19, 2012

Anoche veía en el noticiero

Que hubo una protesta en Montreal por los ataques israelíes en Gaza. Reclamaban que el gobierno de Canadá deje de ser cómplice del “genocidio”.

Qué raro, no me acuerdo haber visto ninguna protesta por los más de 600 cohetes que arrojó Hamas contra la población civil del sur de Israel en lo que va del año, que pone en riesgo la vida de más de un millón de personas, el 13% de la población del país, muchos de ellos palestinos.

La pucha que es lindo ser progre.

7 comments:

  1. Uh, entonces me imagino que Montreal habrá quedado paralizada cuando las protestas contra las masacres de Assad en Siria.

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  2. ¿Pero como?; ¿entonces el relato al mejor estilo "kirchnerista" se esparció por todo el mundo? - Entonces, para los pesimistas, el "relato" funciona y se exporta. Son hdugp - JUAN

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  3. 390 misiles cayeron la semana pasada sobre el sur de Israel.
    Fuente: una conocidad mía in situ.

    Repito: 390, trescientos noventa. Léase atentamente el número.

    ¿Eso no es una masacre? ¿Eso no es un genocidio? (No no lo es "aun", lo será cuando hayan eliminado a todos los judíos.)

    Misiles iraníes que, desde el Libano, apuntan y caen en Tel Aviv, sin diferenciar entre judíos, palestinos, cristianos, musulmanes o lo que sea. ¿Cómo se llama eso?

    Y la prensa canalla y antisemita by default internacional no dice nada.

    Y el progrerío mayormente ignorante, pero, sobre todo, ideotológicamente inmundo y resentido condena la legítima defensa del Estado de Israel.

    Y los padres del sur de Israel cubren con su cuerpo a sus hijos mientras suena la sirena, todo el tiempo, todo el día.


    Entonces yo digo claramente:

    Son unos antisemitas encubiertos, larvados, que ignoran que lo son y pretenden no serlo.

    Hijos de puta.

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    1. DF, no hace mucho me lo dijo un profesor universitario de origen francés en persona, sin tapujos ni falsos pudores: Israel no tiene derecho a existir y, por lo tanto, no tiene derecho a defenderse.

      Mi respuesta fue que le deseaba mucha suerte cuando trate de explicárselo y/o convencer a los israelíes.

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    2. Yo no le deseo ninguna suerte cuando Occidente caiga y los islamistas vayan por su culo.

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  4. Ariel Kanievsky | Ashdod (Israel) 2012-11-16

    Imagina que vas caminando por la calle y de repente oyes el sonido de una sirena. Varios misiles Grad están a punto de caer en algún lugar de la ciudad y sólo tienes unos segundos para buscar un refugio antiaéreo donde ponerte a cubierto. Si no lo hay en las proximidades tienes que correr lo más rápido que puedas hacia la planta baja de un bloque de viviendas, hacia una tienda o, incluso, colocarte detrás de una pared que te proteja en caso de que algún misil caiga en las proximidades.
    Pasa la sirena y se escuchan las explosiones. Por suerte tú estás bien. Los misiles deben de haber caído en el otro extremo de la ciudad, pero aún es muy pronto para saber el lugar exacto o si habrán causado víctimas. Imagina ahora que tu mujer está en el trabajo, tus hijos en el colegio o en la guardería y tus padres en su casa. Cada uno en un punto distinto de la ciudad. Imagina la angustia al no poder ubicarlos a todos enseguida debido al colapso de las líneas de teléfono y el pánico al no saber si están a salvo. Pasan los minutos y por fin consigues hablar con ellos. Los niños están llorando y tu mujer tiembla de miedo, pero por suerte todos tus seres queridos están bien.
    Al llegar a casa te enteras de que uno de los misiles alcanzó el edificio de enfrente, causando enormes daños materiales y dejando a varios vecinos en estado de shock. Esta vez, gracias a Dios, no hay que lamentar heridos de gravedad. Imagina que de repente, cuando crees que ha pasado lo peor, vuelves a escuchar la misma sirena. En esta ocasión te encuentras al lado de tu familia, pero como vives en el último piso del edificio, y estás demasiado expuesto, corres con tus hijos por las escaleras y bajas un par de pisos, tal y como indican las instrucciones del Comando de Defensa Civil. De nuevo todos están bien. La sirena pasa y se oyen las explosiones a lo lejos. Regresas a tu casa y en las noticias ves que uno de esos misiles que escuchaste a lo lejos aterrizó en el colegio de tu hija, destrozando parte de sus aulas y provocando enormes desperfectos. Imagina la impotencia, el pavor y la conmoción que sentirías al pensar que el misil podría haber caído en horario escolar.

    Vuelves a dar gracias a Dios.

    Imagina que quince minutos después vuelve a sonar la sirena. Y nuevamente al día siguiente. Y al siguiente. Y al siguiente. ¿Te lo has imaginado? Acabas de imaginarte la vida en las ciudades de Ashkelon, Sderot, Ashdod o Beersheva. Acabas de imaginarte la vida de un millón y medio de civiles israelíes.

    Link + Video de misiles cayendo en Ashdod aca:
    http://videos.libertaddigital.tv/2012-11-16/seis-misiles-impactan-en-ashdod-u-qFxFYwljA.html

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