Nov 16, 2012

Se confirma mi temor

En general, los países de LA parecen no haber aprovechado a pleno esta década de los términos de intercambio más favorables en 100 años para hacer las reformas políticas y económicas estructurales necesarias para salir definitivamente del círculo vicioso de la pobreza y del atraso.

La involución de Argentina es particularmente llamativa:

La prensa es víctima de constantes ataques, que van desde Venezuela hasta la Argentina, pasando por Ecuador. Muy especial es el caso argentino, con un Gobierno lanzado, con todos los medios a su alcance, hacia el 7-D (7 de diciembre), día en que el Grupo Clarín tendría que desarmar su estructura multimedial, vendiendo aquellas radios y canales de televisión que exceden los márgenes fijados por una ley hecha a la medida del caso, sobre la que aún falta pronunciamiento definitivo en cuanto a su constitucionalidad. Por esta razón, Clarín logró un recurso de amparo que vence ese día y que, de no prorrogarse, llevará la situación al rojo vivo. Esta situación de enfrentamiento nació durante el paro agropecuario de 2008, cuando el Gobierno argentino pretendió que los medios, especialmente de televisión, disminuyeran la visibilidad de una movilización que no tenía precedentes por su magnitud. Desde entonces, el Gobierno estableció que no existía la "prensa independiente" y que, siendo simplemente "opositora", merecía su constante ataque. No hay precedente de un jefe de Estado democrático que con tanta frecuencia, intensidad y virulencia verbal cuestionara a la prensa de su país. Cuestionamiento, por otra parte, que no ha tenido límites, porque ha incluido -entre otras tantas medidas- la confiscación de los derechos de difusión del fútbol y hasta la acusación -hoy desmentida por los exámenes de ADN- de que los hijos adoptivos de la propietaria de Clarín eran hijos de desaparecidos, sustraídos a sus padres por la dictadura militar. En estos días el Gobierno ha lanzado una campaña difamatoria contra jueces que intervendrían en el asunto y que son trasladados o se van excusando y renunciando.

4 comments:

  1. Alguien que me merece confianza y que tiene un puesto importante en una gran, gran empresa, me contó un chisme, imposible de comprobar: Al principio, 2003-2006, Clarín fue "socio político" de N. Kirchner. Aparentemente, en algún momento, Kirchner quiso ser algo más que socio político, o sea, acceder a una parte del grupo (no sé si él solo o con Carlos Slim). La respuesta de magneto fue: NO. De ahí el encono. Me cuesta creer que solo por una tapa de Clarin se llegue a tanto, conociendo la cintura y habilidad de Magneto - OJO, es solo un chisme - JUAN

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    1. Eran culo y calzón con Duhalde primero y con Kirchner después.

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  2. En mayo de 2002 a instancias del gobierno de Duhalde e impulsada en el congreso por Picheto, se promulgó la ley 25.750, llamada "de preservación de bienes y patrimonios culturales" (también llamada públicamente "ley Clarin").
    El bien y patrimonio cultural que se quería proteger entonces era el diario Clarin y para hacerlo la ley limitó la participación accionaria que pueden tener los extranjeros en ciertas empresas de medios.
    Así le salvaron el pellejo a Clarin evitando que sus acreedores extranjeros se quedaran con la compañía.
    Hoy ese patrimonio cultural que merecía protección del congreso es el enemigo.
    Son un hato de hijos de puta.

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