Jan 4, 2013
Buen 2013
Deseo a todos los fervientes seguidores de "El Opinador Compulsivo" un feliz 2013. Aquí, desde Buenos Aires, empezamos el año como si nunca hubiese empezado.
Como había adelantado, Hebe de Bonafini lideró una marcha de las Madres de Plaza de Mayo hasta el palacio de Tribunales, en donde exigió que se resuelva la disputa que existe por la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, cuya aplicación plena se encuentra suspendida y es objeto de análisis de la Justicia.
"Hoy estamos en la puerta; el día que nos hartemos vamos a entrar y veremos qué pasa", amenazó. Y agregó: "A ver si estos señores se ponen las pelotas para hacer lo que tienen que hacer".
Al referirse a ese caso, Bonafini sostuvo que muchos jueces "les tienen miedo a los medios". Incluso habló de magistrados "que son pagos por los medios". Y añadió que "las Madres y el pueblo los van a juzgar y condenar".
En las escalinatas de los Tribunales se realizó este acto, lástima que no estuvo presente el Ministro de Justicia Julio Alak, ahhh claro todavía seguía en la ESMA por el "asado de fin de año".
El Gran Alberto
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Alguien me puede explicar porqué una recua de viejas, cuyo mayor mérito en la vida es haber parido terroristas, es el ícono moral de los DDHH del progresismo del país?
ReplyDeleteJuro que se lo pregunté a muchos progres. No responden nada lógico. Hablan del símbolo, de la lucha, de las marchas...siempre el mismo discursito. Lo dan como un axioma.
Un dogma de la religión progre?
No sé cuántas veces lo charlamos por acá, Andy. Esta mujer y su banda son la mejor propaganda anti derechos humanos.
DeleteNo será hora de empezar a deconstruir el mito?
ReplyDeleteMe parece que el mito se está deconstruyendo solo. Tengo la impresión que muchos le perdieron el miedo y/o respeto.
DeleteMe gustó cuando en el discurso dijo que iba a entrar en Tribunales.
ReplyDeleteEn el camioncito azul me la imagino entrando.
Si lo analizamos, el nucleo duro progrechorro no debe superar las 200.000 personas en todo el país. Pero muy bien organizados.
Al resto , igualmente peligrosos, los lleva el viento, aunque siempre parece soplarles del mismo lado.