Jan 7, 2013

Destrozando el tejido social

Lewis Hine - Inmigrantes italianos en Isla Ellis, 1905

Siempre se habla de que estos hijos de puta han metido tanto los dedos en las peores áreas del inconciente colectivo argento, que hasta las relaciones familiares han quedado detonadas, voladas en mil pedazos. En el que antes era el país de los Campanelli, ahora somos capaces de pelearnos a muerte y dejarnos de hablar por cuestiones de K y no K.

¿Cómo lo logran? Truculentamente sencillo. Todo lo que hacen lo barnizan con una (falsa) capa de moralidad. Si pensás como ellos, sos moral. Si no pensás como ellos, sos un turro, un inmoral, un cipayo, o ponele el adjetivo que quieras. Ya no es más tener razón o no, estar en lo cierto o estar equivocado, encarar una forma más efectiva o menos efectiva de manejar algún tema. Ahora la opción que te ponen ante todo es ser moral o no. Y resulta que "ellos" siempre ponen su posición, cualquiera sea esta, como la posición moral. Y cuando te ponen en esa disyuntiva y pensás distinto, pues es fácil: yo no soy un turro, el turro sos vos y andate vos a la puta que te parió y a otra cosa. Y todo así, hasta la mesa familiar de los domingos, o el asado con los amigos, o el reencuentro de 25 años de egresados.

¿Son leyendas urbanas? ¿Un amigo de un amigo que me contó que el tío del hermano del portero del edificio donde vive su sobrino se peleó con toda la familia porque es o no es kirchnerista? No, para muestra un botón. Acá la tenemos a la hermana de Ricardo Darín, presidente de la Asociación Argentina de Actores (actualmente, algo así como un bastión K) NO PUDIENDO no sólo tomar una posición sino ni siquiera emitir una puta opinión.

Todo lo han dividido.

6 comments:

  1. Yo opino que nunca fuimos el país de los Campanelli. Pero desde 1983 no se había visto un gobierno que provocase con todos los medios a su alcance el desgarro del tejido social. El plan Montonero desde el poder. Esperaron 40 años y al fin casi lo lograron.

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  2. Doy fe: fui testigo de una discusión familiar grotesca en la mesa navideña del 2011 entre mi marido y su hermana (lo conté en aquella ocasión.) La punta del ovillo que me sugiere la reflexión de JL es el concepto de la ANTILÓGICA. No se si ya habrán tratado el tema antes por acá, si es así pido disculpas. Transcribo "La naturaleza del pensamiento sofista", de la Encyclopedia Britannica:

    Una cuestión aún se discute es si los sofistas en general tenían alguna consideración real hacia la verdad o si la verdad era poco importante en comparación con el éxito en la discusión. Los escritos platónicos hacen frecuentes referencias a lo que Platón llama "erística"(eristikos," afecto a las discusiones ") y "antilogica", los cuales a menudo han sido erróneamente considerados como iguales. Lo Erístico, para Platón, consiste en argumentos encaminados a la victoria y no en la verdad. Antilógica implica la cesión a cualquier argumento de un contra-argumento que niega, con la implicación de que ambos (argumento y contra-argumento) son igualmente ciertos. Platón se refiere al uso de antilógica como esencialmente erística, ya sea utilizada para silenciar a un oponente, haciendo que su posición parezca contradictoria en sí misma, o si se utiliza mecánicamente para negar cualquier proposición presentada en el debate. Llega a la conclusión de que el uso generalizado de antilógica evidencia de que los sofistas no tenía sentido verdadero de la verdad.

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  3. Comentando con una amigo a raíz de un comentario del Dady Brieva sobre el uso del término gay en lugar de puto y bla bla bla (no vale la pena el tópico acá), como sabemos bien los niños y adolescentes son realmente crueles en su sinceridad y te baten la justa, que negro, gordo, judío, puto, trola, etc.
    ¿El Inadie debe intervenir? Pura corrección política.
    En la secundaria le habíamos puesto un sobrenombre a un compañero y no le gustaba ni mierda, le dijimos o te la aguantas o te la hacemos pior.
    ¿A que voy? A que en esa edad y madurando aprendemos que las cosas no son como queremos, y bla bla bla, pero voy a que boludeando con amigos mientras crecemos, aprendemos a reírnos de nosotros mismos.
    Esto es lo que nos han quitado, imponiendo corrección social y política, ya ni podemos reírnos de nosotros mismos (si el negro, el ruso, el dogor, el puto, la heladera y demás).
    Post subsidiado :E

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  4. La caricatura de la moralidad es la pomposidad de la yegua, la màs reventada corrupta y delincuente que se autoincrimina con cada frase que le escriben.

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  5. Es el habitual, pero no reconocido, chantaje (in)moral de la izquierda:
    La izquierda determina que es lo moral arbitrariamente y acusa a quien no 'es' como ella.
    El resto se lo toma al pie de la letra, no le discute y se jode.

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  6. Esta banda de delincuentes inescrupulosos se podría haber desgañitado tratando de imponer estas cosas sin ningún éxito de no ser por el eco que encuentran en la gente de a pie.

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