Choreado de Facebook al amigo Martín Benegas.
Si es cierto lo que dice acá, parece que ahora en Japón es algo así como ilegal ser obeso. La justificación de "criminalizar" la obesidad es, por supuesto, reducir las enfermedades cardiovasculares. O sea: te castigan por tu bien.
Acá lo he escuchado a Cormillot casi casi decir que le gustaría que se prohibieran ciertas comidas, o chantarle más impuestos a ciertos alimentos sindicados como poco saludables
¿Adónde se pone la valla?
Mucho ojo porque si siguen avanzando con este tema la cosa termina muy mal. Si un funcionario tiene el poder de decirte qué tienes que comer, ¿qué no te puede decir?
ReplyDeleteSi te dicen lo que comes, te dicen lo que cagas. Si no te mapean el ADN, que si no estoy equivocado es individual, no pueden hacer afirmaciones de este tamaño y asi seguirìa en el terreno de la validez de las afirmaciones, probabilidad en cuanto a que sea una verdad cientìfica. Te deberìan decir (no estarìa mal que el estado financie los estudios individuales en buena lògica): Ud, "con este adn"(suyo) tiene esta probabillidad (de acuerdo al estado actual del saber y de la tècnica) de comiendo tal cosa, y manteniendo tal estilo de vida (Idem supra) tener tal y tal situaciòn etc. Mientras tanto alguien està poniendo un kiosco (aplanando una montaña de parametros imponderables) y de las libertades individuales ya es ridìculo hablar. Al margen, el nipòn en cierta forma (y el argento, en cierta otra forma, por diferentes motivos) estan igual de maduros para casi cualquier especie de tacto anal.
DeleteDesde el momento en que exigis que el estado corra con todos los gastos de tu salud, el estado te exigirá cómo debes cuidarte para minimizar los costos ("sociales" como les gusta decir).
ReplyDeleteLindo doble standard el de todos estos esclavos de alma.
ReplyDeleteSeguro que cuando resonó la sancionada y afortunadamente no instrumentada ley sobre prepagas que limitaba la actividad de prestadores, profesionales y prepagas este ex chancho lloraba a mares por sus libertades conculcadas y la intromisión de terceros en su espacio privado.
Tiene todo el derecho a decir lo que piensa. Pero en un mundo ideal, primero se aplicarían sus ideas a el, y luego veríamos si sigue pensando igual.
Qué tal la idea de financiar los costos de prohibición y reemplazo de esos alimentos, los mayores costos y despidos de empresarios y trabajadores, con una contribución voluntaria? A ver cuánta pone de su bolsillo este Trotsky de las medialunas?
Ja! Me quedé pensando y recién caigo:
ReplyDeleteEste es de la especie más peligrosa, porque es un convencido. Ni siquiera lo hace con una segunda intención, o al menos no es evidente para mi: de aplicarse su teoría de la planificación centralizada de la alimentación (y si, en una perversa utopía improbable, algo así tuviese éxito)... sus clínicas y franquicias irían a la quiebra.
Claro que yo no me enteraría porque esas noticias no llegan a mi dacha en San Petersburgo, tengo que conseguirme el teléfono de Depardieu (?).
Ojo, sería interesante la veta del turismo calórico: paquetes a Colonia o Santiago de Chile, a meter cenas de pura grasa.
Hay algo en la argentina donde el estado no meta sus manos??
ReplyDeleteLlegan los polémicos carritos con el choripán a gas
http://www.infobae.com/notas/689658-Llegan-los-polemicos-carritos-con-el-choripan-a-gas.html