Para darse una idea de lo que ha retrocedido institucionalmente el país desde el golpe a De la Rúa de diciembre de 2001:
La supresión de las reuniones de Gabinete, la destrucción de los Partidos Políticos y la ruptura de los vínculos entre electores y elegidos, apuntan a facilitar esta nueva forma de ejercer el poder; un poder que genera espacios secretos, que exige lealtades incondicionales, que precisa demostrar diariamente su eficacia, y que procura eternidad e impunidad.
¿A quién o ante quién responden concejales y diputados elegidos en listas sábanas y bajo el patrocinio de partidos fantasmas? Muchos de ellos se consideran delegados, no del pueblo, sino del líder supremo que facilitó y financió su elección y del cual seguramente depende su reelección.
Esta corpo política es un remedo del Ancien Régime feudal, una corte de parásitos que responden a quiénes definen las listas sábana, que son sus verdaderos electores. Lamentablemente, cuentan con la complicidad estúpida de los que le hacemos el juego cada 2 años.
ReplyDeleteSomos un pueblo necio e inmoral que premia la astucia como sustituto de la inteligencia y aún no vemos claramente el alto costo de oportunidad que esa elección tiene en nuestra calidad de vida.
Es la maldición de los recursos naturales que genera la ilusión de que es perfectamente posible una productividad boliviana y un estándar de vida canadiense.
Delete¿Qué será de nosotros cuando se acabe la casualidad de la soja? Ya ni vacas tenemos, ni industria, ni capital intelectual en las nuevas generaciones para imaginar un recurso alternativo. Ni voluntad siquiera, adormecidos en una nube demandante de derechos.
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