Fernán Saguier te cuenta en La Nación de hoy del desanimo, de la apatía, del malhumor y la resignación de los gloriosos empresarios argentinos.
Aparentemente debemos sentirnos acongojados por esta pobre gente. Se trata de los mismos empresarios argentinos que hasta hace un poco más de un año no se les caía de la boca aquello de que Kirchner era el mejor presidente de la historia y que la “Argentina productivista” era una maravilla. Nunca antes habían estado mejor.
Resulta que ahora, cuando ya los números no cierran a pesar de la energía subsidiada, los salarios licuados y el proteccionismo salvaje, se dan cuenta de que en realidad el corporativismo es un muy mal negocio. No por principios, sino por insostenible.
A la genial burguesía nacional y popular sólo les llevó 7 años darse cuenta de que la mierda es mierda por más que te la vendan en frasco de dulce de leche.
De todos modos, yo creo que Saguier se equivoca. El país tiene un futuro. De miseria y atraso, pero futuro al fin.
No comments:
Post a Comment
Note: Only a member of this blog may post a comment.