A mi me gustan los casos prácticos, y si son conocidos míos mejor. Una persona conocida, hasta el año pasado era vicepresidente de la sucursal en Argentina de una empresa inglesa muy importante. Como el mercado local es chico, la mayor fuente de ingresos de la sucursal argentina era la exportación de servicios. Para pagar los sueldos de los empleados en Argentina, todos los meses la casa matriz en Inglaterra tenía que mandar dinero a Argentina, la AFIP le retenía el 30% del dinero en pesos por 12 meses y sin pagarles intereses. Con la crisis financiera en Europa más la alta inflación en dólares en Argentina desde 2008, ese esquema se hizo insostenible, los echaron a todos y cerraron la sucursal.
Ahora este conocido trabaja como asesor en un Ministerio de la Nación, y el sueldo se lo pagamos todos. Acá también la Nación crece.
Mientras lluevan dólares, todo bárbaro.
ReplyDeleteComo dice Louis, ¿qué puede fallar?
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