Quiero creer que la cosa no es de ahora, que se viene acumulando desde hace años en mucha gente venida a menos que encontró una oportunidad para dejarlo todo afuera en este nuevo experimento populista.
Pareciera que para millones de argentinos la satisfacción en la vida pasa por tener alguien a quién odiar.
Qué locura tan grande, por favor.
Es que tener alguien a quien admirar y tratar de emular implica mucho trabajo... y eso es atentatorio contra el Ser Nacional.
ReplyDeleteSiempre tuve la idea que los kirchneristas, desde funcionarios, pasando por ciberkks, militantes, y simpatizantes, todos desayunan con vinagre.
ReplyDeleteDepre, para los funcionarios de este régimen se trata de su negocio. Lo que me llama la atención es la gente común.
ReplyDeleteEs cierto, pero todos tienen en común la cara de ort.
ReplyDeleteSi es un negocio y hacen guita, por lo menos que se rían, como hacía el turco.
Es que esa cara de vinagre trasunta preocupación, y para ellos preocuparse es ocuparse.
ReplyDeleteTiene algo que ver con la culpa. Se sienten mejor si proyectan afuera en otro todo lo malo.
ReplyDeleteY te encontras a un tipo como Lupi que se siente un heroe por estar con los buenos y oponerse a los malos.