De Luis N, no conocía esta anécdota:
Al día de hoy pocos sospechan el origen del término gorila. En realidad el mote lo acuñó involuntariamente quien después fue un conspicuo liberal: Aldo Cammarota. Fue guionista y libretista humorístico de innumerables programas radiofónicos y luego televisivos entre ellos los monólogos de Tato Bores.
Corría el año 1955 en donde habían empezado a manifestarse claramente los descontentos militares contra el régimen e intentos de derrocamiento. El primero de ellos fue la asonada del 16 de Junio del 55. Perón cayó tres meses después.
Para ubicarse el ambiente de la época hay que tener en cuenta que la radio era el medio de comunicación masivo dominante (la televisión recién empezaba) y había una fuerte censura a la prensa escrita y oral como nunca se había conocido en la Argentina.
Restringidos como estaban los medios de comunicación, todas la novedades políticas de importancia respecto al descontento hacia el gobierno se transmitían mediante rumores de boca en boca.
Por aquel tiempo había un programa humorístico en la radio llamado “La Revista Dislocada”. Uno de los skechts de más éxito era una parodia de Tarzán. Dos exploradores iban por la selva y escuchaban unos ruidos inquietantes. Cuando en medio de una situación de intenso miedo y suspenso uno le preguntaba al otro: “¿Y eso?” el otro le respondía: “Deben ser los gorilas, deben ser”.
Esta frase surgida de un libreto de Cammarota se popularizó mucho. La repetía todo el mundo. Y cuando en la conversación política alguien inquiría sobre una situación de inquietud sobre la que se rumoreaba, era frecuente que alguien saliera con una respuesta humorística: “Deben ser los gorilas, deben ser” (porque a decir verdad todos estábamos como los exploradores de Tarzán.)
La analogía se estableció sola. Los gorilas terminaron siendo los militares y civiles que derrocaron a Perón.
Sobre los términos de la política argentina.
Los términos: “la oligarquía”, “los grasitas” y “los descamisados” eran los favoritos del discurso de Eva Perón. “Contrera” (termino típico del peronismo de aquella época) lo usaban tanto ella como él y era el modo de referirse a la oposición.
El término cabecita negra que se refiere al descendiente del indio o mestizo de blanco e indio es anterior al peronismo. Los despectivos peronacho como comunacho son expresiones usuales en nuestro medio y sin época.
El término oligarquía que se popularizó con el peronismo tiene para todos una fuerte connotación despectiva y ese es el uso que comúnmente se le da. Sin embargo si nos atenemos estrictamente a su etimología es el gobierno de pocos y nada más.
En ese sentido lo usa Sebreli. En un principio me chocaba que hiciera uso de es vocablo, máxime teniendo en cuenta que muchas veces calificaba elogiosamente la acción de esa oligarquía. Finalmente entendí que Sebreli se atenía estrictamente al significado sin connotación alguna. Su objetividad me reconcilió con el término.
(Viene de acá)
Obvio que Novaresio es gorila.
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