En pocos días más, para todos los fines prácticos, la libertad de prensa y expresión en Argentina será un lejano recuerdo de épocas anteriores más ambiciosas.
Desde la distancia, el hecho me resulta de una gravedad extraordinaria. A millones de argentinos, muy metidos en el día a día, no se les mueve un pelo.
Contribuye a reforzar mi sospecha de que habrá que esperar que se queden sin financiamiento y se vayan solos.
Acaso los castro se fueron cuando se quedaron sin financiamiento?
ReplyDeleteEs cierto.
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