Nov 11, 2004

Algunos Temas que Nos Preocupan

Algunos Temas que Nos Preocupan

Sin orden de importancia, estos son algunos de los temas que nos preocupan en este momento:

Advertencia:

No es mi intención con esto criticar a nuestro país anfitrión ni ofender a nadie. La idea es un poco comentar algunos problemas que vemos y tratar de descargar algunas frustraciones. Al final de cuentas, no hay lugares perfectos ni países sin problemas. El tono de los comentarios es decididamente mitad en serio y mitad en joda, tal vez para no tomarse las cosas tan a la tremenda y no hacer un tango de todo. Al leer esto, les pido que tengan en cuenta en todo momento que bajo ningún punto de vista esto inclina negativamente la balanza de nuestra experiencia en Canadá.

El Sistema de Salud o Tome dos Aspirinas y Llámeme si sigue Vivo:
Uno de los grandes temas. A los tres días de comprar el auto, ya tenía un turno con el mecánico. Paradójicamente, nos llevo varias semanas conseguir médico de familia, y lo hicimos de casualidad, después de que Roxana llamara a TODOS los médicos de las paginas amarillas. Una vez que lo conseguimos, recién tuvimos un turno a los tres meses. Parece mentira, pero hasta ahora es imposible tener con mi médico la misma relación profesional - cliente que tengo con mi mecánico. En el mejor de los casos, se trata de una relación empleado público – usuario del sistema.

Es que eso es lo que son los médicos y demás personas que trabajan en el sistema de salud, empleados públicos. La productividad promedio del sector público es siempre más baja que la del sector privado. Por eso, a pesar de que la productividad promedio de la economía canadiense es casi diez veces más alta que la de Argentina, la productividad en el sistema de salud es más baja y se nota.

En lo personal, no tengo nada en contra del sistema de cobertura universal. Lo que realmente me preocupa es que, por lo menos en Québec, la posibilidad de voluntariamente pagar para tener una mejor atención, está prohibida o seriamente limitada. Un despropósito total e incomprensible que hace que estemos considerando seriamente sacar un seguro medico en EEUU, ya que estamos a unos 55km de la frontera.


El Estado Policial Lingüístico:

El título puede ser una exageración, ya lo se. Puedo entender racionalmente que en Québec haya un esfuerzo oficial premeditado para tratar de mantener el idioma y la “cultura” francesa, con un complicado entramado burocrático de ministerios, organismos de control y fiscalización, leyes y reglamentos, declaraciones de derechos lingüísticos, un presupuesto gigantesco, con miles de empleados. Lo que honestamente es mucho más difícil de digerir es que alguien elija voluntariamente ser ignorante.

El estado provincial de Québec ofrece educación en ingles y francés, dos sistemas públicos paralelos. Pero por ley para poder acceder al sistema en ingles es necesario ser de origen inglés (no se si usan el sistema genealógico o una prueba de ADN). Ergo, los inmigrantes como nosotros deben acceder al sistema en francés. En el sistema francés, los chicos empiezan con una hora por semana de inglés en los últimos años de la primaria.

Nuestro objetivo es que Andrea y Felipe sean nativos en inglés, de manera que vamos a tener que encontrar alguna manera alternativa de acceso al idioma. Entre las opciones que estamos considerando están las escuelas privadas en inglés, que pasen todo el verano en EEUU con su abuelo, o irnos a la parte inglesa cuando sean más grandes.

Ya lo saben: el inglés es caca, caca; hablar y estudiar castellano (español para el resto) no sólo no está mal, sino que es fashion, porque los que lo hablan son mayoritariamente pobres y tienen pinta de extranjeros, no representan una amenaza para nuestra supremacía cultural (todavía).


Las Órdenes, Sindicatos y Otras Organizaciones Cuasi Mafiosas:

Para alguien que viene de Argentina, es muy extraño e inesperado encontrarse con este tipo de cosas en el primer mundo. Tenía alguna idea de que la situación era un poco así por haber leído y por mis amigos canadienses, pero nunca imaginé que era para tanto. Es realmente llamativo el poder y la extensión que tienen estas organizaciones, por lo menos en Québec. En gran medida, toda actividad esta regulada, reglamentada, documentada, archivada, procesada, descripta y homologada hasta el hartazgo. Desde trabajar como empleado de la construcción hasta salir a pedir chocolates durante Halloween.

Reconozco que es difícil trazar una línea divisoria entre las regulaciones “necesarias” y las arbitrarias. La sospecha es que en muchos casos todo esto se usa como trabas encubiertas para mantener relativamente más cerrado el mercado laboral y de alguna manera manipular salarios y la entrada y salida al mercado laboral.


La Mentalidad de Victima o las Venas Abiertas de Québec:

De nuevo, es algo que uno no espera encontrar tan marcadamente en regiones del primer mundo. Desde la frase de las chapas patentes de los autos (Je me suviens, es decir, “yo recuerdo”), pasando por el discurso permanente de políticos del Parti Quebecois y la visión del mundo y los EEUU de mucha gente en esta zona. La teoría de la dependencia y el tercermundismo al mejor estilo argentino y latinoamericano: nosotros somos pobres porque ellos son ricos; América no es francesa porque nos la robaron; etc. Tal vez sea solo una actitud de la boca para afuera, pero llama la atención.

Hace poco hubo un escándalo con un miembro del parlamento del Partido Quebecuá en un distrito de Québec, cerca de Sherbrooke, que se negó a dar banderas canadienses a unos veteranos de la Segunda Guerra Mundial, como es tradicional acá, para la celebración del Día del Veterano de Guerra. Esta persona, un tipo de unos 40 años, aducía que Québec es un país aparte y el no entrega banderas de otros países.


El Movimiento Separatista o la Felicidad para Todos:

Es el único escenario que haría fracasar nuestra experiencia canadiense. Este punto está íntimamente relacionado con el anterior. Si soy una victima de un mundo hostil, si me cagaron toda la vida los ingleses, anglocanadienses, norteamericanos, y demás personas que tienen la tara mental de hablar inglés, ¿cual es la solución mágica a todos los males? Ser independientes, bien sur. Ojo, no nos confundamos, ser independientes no significa todos los derechos y todas las obligaciones, como me explicaba mi papá cuando era pendejo y le pedía el auto. No, como en mi afiebrada adolescencia, se trata nada más ni nada menos que del viejo clásico latinoamericano: todos los derechos, ninguna de las obligaciones (o algunas, en el mejor de los casos).

Por ejemplo, la propuesta de soberanía de Québec, según leí últimamente, no implica el sustento de fuerzas armadas. El mantenimiento de las fuerzas armadas seguiría en manos de Canadá (o de EEUU, como es en realidad). Impecable. Lo mismo pasa con la membresía al NAFTA y otras cuestiones.

Cuando compramos la casa, uno de los factores que más analizamos con la agente inmobiliaria, y que más se tienen en cuenta, fue el del mantenimiento del precio de la propiedad. La idea es que, salvo alguna catástrofe mayúscula, no hay forma de que perdamos plata con la casa, si decimos venderla más adelante. Cuando le pedimos un ejemplo de una catástrofe mayúscula, la respuesta fue que Québec se separe de Canadá.

2 comments:

  1. Espectacular semblanza, como era de esperar! Aún así, creo que se puede vivir con todo eso... menos con lo de la separación... Pero siempre te podés mudar, no?

    Sigue adelante amigo!

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  2. Algunas cosas son sorprendentes! El tema de la salud pública, acá funciona medio igual, pero SÍ existe la posibilidad de pagar por conseguirse algo mejor (no que el dinero haga la felicidad, and all that jazz, pero anyway), incluso en algunas comunidades el gobierno "encubiertamente fomenta" que los ciudadanos se consigan sanidad privada, para así desahogar la sanida pública y poder prestar un mejor servicio a los ciudadanos que no pueden permitirse la privada!! Me resulta sorprendente eso que cuentas, chico!
    La tía Elena

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