Estaba leyendo en The Economist sobre las reformas que proponen para la ONU en un nuevo informe. Dice el artículo que la mayor preocupación es la progresiva irrelevancia internacional de este organismo, todo esto a la luz de la participación del hijo de Kofi Annan, el secretario general, en un escándalo de corrupción del programa "oil for food" de Irak.
El problema que yo veo en lo personal es que es muy difícil que algo cambie mientras la ONU se siga manejando de manera tan marcadamente política y no profesional. Las crisis internacionales actuales son de una naturaleza tan que requieren soluciones en cuestión de días, muchas en horas, y las Naciones Unidas pueden demorar meses en aprobar alguna resolución que no vale ni el papel donde está escrita, como pasó con las advertencias a Irak antes de la invasión de EEUU. En algún momento, va a tener que subir en la escala de eficiencia y dejar de lado los permanentes tejes y manejes políticos a favor de un management más profesional.
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