Durante las últimas semanas se viene dando toda una movida de aumentos de sueldos, reclamos salariales y demás en todo el país. La verdad, no creo que nada de esto sea bueno ni termine bien. La demagogia de nuestros benditos políticos y sindicalistas, es de esperar, no va de la mano del sentido común. Habría que sentarlo un ratito a Moyano con Ubaldini, para que este último le cuente como todos sus reclamos salariales ayudaron en gran parte a la espiral inflacionaria del gobierno de Alfonsín. Pero seguramente lo único que van a hacer es brindar por los gobiernos que ayudaron a voltear.
Los empresarios ya amenazaron con trasladar los aumentos al público. Defino público: la clase media que banca y paga siempre. Los fasos ya aumentaron. Los precios en la costa apuesto a que van a ser bastane mas alto que lo epserado. La canasta navideña ya dijeron que aumentó demasiado. Los taxistas dicen que quieren mejorar el servicio (!!!) y se mandaron su aumentito. También le quieren aumentar 25% el gas a las empresas... y a que no saben quien va a pagar eso?
La única esperanza que me queda con todo esto es poder seguir haciendo equilibrio y que mis finanzas no se terminen de desbarrancar. Tiemblo cada vez que en este país empiezan con la inflación... nunca se sabe donde termina!
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