De vuelta a la casa materna

La última columna de James Neilson en Noticias, esta vez sobre la "política exterior" de K y su trouppe:

Antes de la caída, tanto los menemistas como los aliancistas suponían que a la Argentina le iría mejor acoplándose a la nación más poderosa, rica y dinámica que, bien que mal, era y seguiría siendo Estados Unidos. Después, los horizontes se achicaron de manera dramática. Por formación e instinto, Eduardo Duhalde y Kirchner optaron por privilegiar la relación con vecinos históricamente menos desarrollados que la Argentina, en primer lugar con el Brasil, aceptando tácitamente un lugar subalterno y denostando a sus antecesores por haberse permitido engañar por "la ficción" a su juicio surrealista de que, con mucho esfuerzo, el país podría llegar a ser un miembro más del Primer Mundo.
Sin embargo, parecería que incluso el Brasil está resultando demasiado competitivo para la Argentina.