Mucha gente me pregunta por qué sigo preocupándome y perdiendo el tiempo publicando cosas sobre lo que pasa en Argentina. Lo cierto es que, a pesar de que la distancia y el hecho de no tener activos bajo ley argentina hacen que sea posible tener una actitud mucho más distendida y menos dramática, el horror de lo que está pasando en Argentina me afecta muchísimo, aunque sea indirectamente. Mi madre, mi hermano y su familia, y todos los amigos que se quedaron allá.
Además, está el desafío intelectual de entender por qué pasan las cosas que pasan, los mecanismos mentales que hacen que sea posible el nivel de irrealidad en el que se vive.
Lo que sigue es un mensaje de mail (con algunas modificaciones menores) que le mandé a un amigo para tratar de entender.
--------
Me gustaría que me ayudes a entender lo siguiente. Y esto te lo digo sin ironía y sin dobles sentidos.
Vos mismo te definiste como una persona que leyó un poco más que el promedio. Vos sos una persona informada por encima del promedio de la región donde vives, de clase media, con estudios y exposición al mundo, sabes idiomas. Estoy seguro que en una encuesta te situarías en el quintil superior del país en ingresos, nivel educativo, social, etc. En otras palabras, creo que estarás de acuerdo conmigo que sos parte de lo que podríamos considerar una elite intelectual y social dentro de Argentina.
Cada vez que nos veíamos durante la década del 90 no dejabas de hacer notar tu horror e indignación por lo que estaba pasando en el país. Corregime si me equivoco, pero eras un critico despiadado de lo que considerabas inaceptables niveles de pobreza, corrupción galopante, del personalismo del presidente, su soberbia, su actitud farandulezca (si existe la palabra), el doble discurso permanente, etc., etc., etc.
No eras el único, era muy común escuchar a diario este tipo de críticas, de argentinos de clase media de gran sensibilidad social que se indignaban por lo que estaba pasando en el país. Después de todo lo que pasó, honestamente pensé que toda esta gente de gran corazón y enorme sensibilidad social iba a reaccionar ante la nueva realidad del país. Como te comentaba, si los indicadores de esa época eran un horror intolerable, me imaginé que indicadores dos y tres veces peores iban a ser sencillamente para salir a prender fuego a la Casa Rosada.
Lejos de esto, noto una actitud mucho más acomodaticia, extremadamente más contemplativa de la realidad, mucho más dispuesta a explicar las enormes inconsistencias de la actual administración y de las anteriores post Menem. De la Rua recortó un 13% los salarios de los empleados públicos del gobierno federal y es un mal nacido, por no decir hijo de puta, Duhalde devaluó el 70%, con una caída de alrededor del 60% del poder adquisitivo del salario de todo el mundo, y es un gran estadista; el ratio de deuda – PBI durante la administración Menem era de 60%, en este momento está llegando al 150% (y sigue el taxi) pero Menem endeudó al país (nota de color: según esta administración, creciendo al 9% anual sin parar, recién en 2010 llegaremos al ratio de deuda – PBI del final del gobierno de Menem, algo maravilloso).
Es muy llamativo que ahora me digas, y no sos el único, que por culpa de Menem fracasaron las políticas de los 90, cuando hace 5 años que no es presidente, y en el medio tuvimos por lo menos 3 administraciones más. Cuando uno de los motivos del golpe a De la Rua fue su negativa a devaluar, y por lo que leí, fue uno de los motivos por lo que lo rajaron a RS, que prefería emitir “argentinos”. Me decías que Menem fue el peor presidente de la historia, cuando fue el único desde el retorno a la democracia que terminó no uno sino dos mandatos en tiempo y en forma, con una entrega de mando en paz, sin ningún tipo de crisis ni urgencia, y a un presidente de la oposición, algo que no sucedía en por lo menos 70 años.
Me dices que fue la administración más corrupta de la historia del país, cuando lo primero que hizo fue privatizar los medios de comunicación, terminar con el manejo discrecional de, entre otras cosas, el tipo de cambio, los aranceles externos, las retenciones a las exportaciones, las tasas de interés, la gran mayoría del crédito. Hay un marcado contraste con tu actual amplitud de criterio para evaluar los logros de esta administración, especialmente considerando que para todos los fines prácticos se nacionalizaron los principales medios de comunicación, hay un manejo discrecional de, entre otras cosas, el tipo de cambio, las tarifas de comercio exterior, las retenciones a las exportaciones, las contrataciones directas del estado, el crédito, etc.
Lo que te quiero decir es que honestamente pensé que gente como vos, los argentinos de clase media de sensibilidad social, iban a ser los primeros en levantarse en contra de todo esto que esta pasando. Lejos de eso, es muy interesante ver que ahora me pides que considere que una cosa es lo que dice Kirchner y otra la que hace, que en realidad no es tan de izquierda como parece, que él no tiene la culpa de la miseria en el país.
Mi intención no es defender a la administración de Menem ni a la de De la Rua ni a ninguna otra. Aún tomando a pies juntillas todas las acusaciones y echándole la culpa a Menen de absolutamente todo lo que pasa, no se cuál es el mecanismo lógico que permite alegrarse o entusiasmarse por lo que está pasando ahora en el país.
Me gustaría que me digas cuál es tu postura sobre esto, yo tengo la mía, porque personalmente creo que es clave para entender lo que nos pasa, y más importante aún, saber si tenemos algún tipo de esperanza.
This comment has been removed by a blog administrator.
ReplyDeleteTotalmente de acuerdo Luis. Hay gente que los hechos objetivos son tan relativos como el color de bandera de quien gobierne. ¿Tener un ratio bajo de deuda/PBI hace 10 años y modernizar el país? Nos están endeudando como locos! ¿Cerrarnos a la inversión externa ahora (pero endeudándose más)? Se protegen los intereses nacionales!.
ReplyDeleteLos progresistas y populistas sólo pueden manifestarse mediante retórica, porque en el plano lógico del discurso marran descaradamente.