Dos comentarios muy interesantes de Bartolomé Alberdi, uno sobre la inflación y el otro sobre el futuro del país, tema que debo admitir que me desvela.
El autor se pregunta lo siguiente:
Yo sigo perplejo observando cómo un país puede darse el lujo de patear con todas las reglas sin, por ahora, sufrir consecuencias más graves.
Es exactamente así. En problema de Argentina no es la inflación, ni la deuda, ni el precio del dólar. El increíble drama nacional que tenemos que enfrentar es una sociedad entera plenamente convencida de que éste es el camino. Que el atajo hacía el desarrollo pasa por la estafa, el atropello, el no respeto por la ley y que, además, no tiene consecuencias a futuro, todo esto es gratis.
Estoy seguro de que Kirchner o Lasaña como padres de familia no imparten a sus hijos este sistema de valores. Les deben haber explicado bien clarito que el crimen no paga, que es mejor ser inteligente que vivo, que no es de personas de bien quedarse con lo que no es de uno. Pero aparentemente los valores positivos para un individuo no lo son para una sociedad.
Como siempre digo, nos vemos todos en Estocolmo para la entrega del Nóbel en Economía a Lasaña y todo su equipo por cambiar el paradigma de desarrollo vigente en el mundo.
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