Un comentario de James Neilson sobre la izquierda y el progresismo en el mundo. Aplica 100% al caso argentino:
En América Latina, los únicos que hoy en día están en condiciones de llenar las calles y plazas con muchedumbres vibrantes de esperanza son políticos que se suponen comprometidos con esquemas que sólo pueden generar más pobreza. ¿Es de izquierda militar en favor de más pobreza? Parecería que sí, que es progresista combatir el capital en países que lo precisan. Cuanto más desastroso haya sido para la mayoría de sus compatriotas el manejo de la economía por un ídolo "progresista", más pasión sentirán por él los indignados por la desigualdad, que es la característica más notable de todas las sociedades latinoamericanas.
Será por eso que Fidel Castro, hombre que ha depauperado a los cubanos con una eficacia que envidiaría el campeón argentino en la materia, Eduardo Duhalde, es un personaje mucho más popular entre los progresistas latinoamericanos que el presidente de Chile, Ricardo Lagos. Asimismo, en distintas partes de Europa los izquierdistas son los más belicosos cuando se trata de frustrar reformas destinadas a hacer más competitivas las economías locales, aunque a menos que lo sean, el porvenir de millones se verá signado por la miseria.
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