Relativismo Moral

La columna de James Neilson, relacionado lo que decía Guillermo en un post de ayer:

No se trata tanto de la vigencia del principio pragmático de "roban pero hacen", que podría reivindicarse en base a argumentos realistas, cuanto de una variante posmoderna de la consigna que rezaría "roban pero parecen hacer" porque últimamente han resultado efímeros los logros concretos de todos los gobiernos. Al difundirse la sensación de que la Argentina está avanzando a paso redoblado, la mayoría se asegura que si bien la corrupción es terrible sería mejor no atacarla ahora por miedo a que todo se venga abajo. Cuando el optimismo cede ante el pesimismo, en cambio, se inicia una nueva caza de emblemáticos que andando el tiempo serán detenidos sin que a nadie se le ocurra defenderlos.

Hace diez años los pecados cometidos por los menemistas motivaron la furia de sus enemigos ideológicos pero no escandalizaron demasiado a quienes los reeligieron, manifestando de este modo su gratitud por una bonanza económica que hasta ahora no se ha visto igualada. Por razones similares, quienes se ensañaron debidamente con la corrupción menemista no se han destacado por su interés en lo que está sucediendo en la actualidad. Si antes de llegar a la presidencia Carlos Menem hubiera depositado el dinero de La Rioja en un banco suizo, los que andando el tiempo serían kirchneristas lo hubieran criticado con furia incontrolable. Ya que lo hizo Néstor Kirchner con la plata de Santa Cruz, el grueso de los justicieros de ayer lo considera un asunto menor. Del mismo modo, detalles como la proliferación de ñoquis, el uso nunca explicado de los llamados fondos reservados, para no hablar de las "cajas" tan caras a políticos y sindicalistas, más la relación de funcionarios del gobierno con las bandas piqueteras que pueden obedecerles o no según las circunstancias y así por el estilo, preocupan únicamente a líderes opositores como los ex radicales Ricardo López Murphy y Elisa Carrió.