Hay sólo dos maneras de asignar recursos: los precios o las colas (es decir, la escasez). No hay vuelta que darle. En ese sentido la Argentina es un ejemplo de libro de texto.
Todo lo anterior es total y absolutamente independiente de toda ideología o ideario político y ampliamente conocido en el resto del mundo. Aplicamos políticas promercado y tenemos los resultados que todos conocemos (o deberíamos conocer). Aplicamos políticas anti mercado y tenemos estos, estos y estos resultados, por dar algunos ejemplos, un revival de los gloriosos 80s.
Pero no hay caso, primero está la dignidad. Como digo siempre, para muchísima gente, demasiada, es preferible fracasar haciendo lo “políticamente correcto” que tener éxito haciendo lo "políticamente incorrecto”.
Curioso, en España decimos "un ejemplo de cajón".
ReplyDeleteJose